Carne La Mechá / Archivo

La Fiscalía de Sevilla ha pedido una condena de diez años de cárcel para los dueños de Magrudis por la crisis de listeriosis del verano de 2019, que supuso el mayor brote de esta enfermedad en España y provocó la muerte de cuatro personas, siete abortos y daños a otras 244 personas. La causa directa fue una partida contaminada de carne mechada de la marca La Mechá de Magrudis.

Además, también pide las conclusiones provisionales, la Fiscalía también ha solicitado que el Ayuntamiento de Sevilla sea declarado como responsable civil subsidiario del brote. De esta forma tendría que pagar los gastos derivados del contagio, los cuales la Fiscalía los ha situado en unos 800.000 euros y la Junta de Andalucía en casi 3,5 millones de euros.

La Fiscalía de Sevilla considera que los hechos son constitutivos de un delito contra la salud pública, de cuatro delitos de homicidio por imprudencia, siete delitos de lesiones al feto por imprudencia grave y 235 delitos de lesiones por imprudencia grave. También apunta a dos delitos más de defraudación eléctrica por el enganche ilegal de la nave y de falsedad en documento oficial.

Por tanto, las conclusiones provisionales del Ministerio Fiscal por la crisis de listeriorsis reclaman para José Antonio Marín Ponce, el administrador de hecho de Magrudis; sus hijos Sandro y Mario, y su mujer Encarnación Rodríguez una condena de cuatro años de prisión y multa de nueve meses y además, seis años de cárcel por los delitos de homicidio por imprudencia grave. Para las empresas Magrudis y Elaborados Cárnicos Mario solicita una multa de 36.000 euros y la disolución de ambas sociedades.

Por otro lado, para José Antonio y su hijo Sandro, así como para el arquitecto de la empresa, la Fiscalía pide 18 meses de cárcel y multa de nueve meses por un delito de falsedad documental. También se reclaman 8 meses de multa a los responsables de Magrudis por el delito de defraudación. 

Por otra parte, el escrito absuelve de responsabilidad penal a la veterinaria que intervino en las dos inspecciones realizadas a la empresa, aunque la Junta sí reclama para ella 10 meses de cárcel para la veterinaria municipal que intervino.

Omisión de información

Uno de los hechos más determinantes para inculpar a los dueños de Magrudis de la crisis de listeriosis fue la omisión deliberada de información. Según el escrito de la Fiscalía, no indicaron que venían productos cárnicos elaborados a la empresa Comercial Martínez León, que los recibía como marca blanca y los vendían. Solo notificaron la elaboración de la carnemechada de La Mechá, ocultando otros productos que también elaboraban como el chicharrón o el lomo al Jerez. Esto provocó que se ampliara la alerta sanitaria a dichos productos.

Como continúa el Ministerio Fiscal, estas omisiones afectaron directamente a las decisiones que tomaron las autoridades sanitarias sobre los productos que se debían retirar y creó confusión en cuanto a los clientes que tenían partidas contaminadas.