Está colocada en la fachada lateral de un edificio que nació como pequeña ermita marinera (1526) y, con el paso del tiempo, también fue convento, sala de exposiciones, sede de una fundación privada, instituto americanista y hasta museo de carruajes (2020). Un edificio ubicado en la orilla de poniente del rio Guadalquivir, en plena Plaza de Cuba esquina con la calle Juan Sebastián Elcano, en lo que otrora fue arrabal y hoy sevillano barrio de los Remedios.

Se trata de una placa enmarcada de mármol con la que se celebra la extraordinaria gesta de la Primera Vuelta al Mundo, pero que no fue colocada hasta el 12 octubre de 1919 es decir cuatrocientos (400) años después del impresionante suceso. Un reconocimiento bastante tardío y, si lo piensa, no menos chusco pues el mármol cuenta tan solo con un siglo de existencia; pero bueno, como dice el refranero “más vale tarde que nunca” o “no hay mal que cien años dure”. Ya, pero hablamos de una de las mayores aventuras de toda la historia de la humanidad, una que cambió la faz del mundo y tuvo precisamente en esta ciudad “su alfa y su omega”, su principio y su fin. Así que no sé.

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Catedrático de Física y Química jubilado. Autor del blog 'Enroque de Ciencia' (carlosroquesanchez@gmail.com)