Este miércoles han comenzado los trabajos en la calle Sierpes para devolverle el aspecto original a la fachada de la antigua joyería Casa Ruiz, cuyo establecimiento pasó a manos de la empresa Koker. Esta solicitó al Ayuntamiento los permisos pertinentes para realizar obras en el interior del establecimiento, consistentes en pintar las paredes y cambiar la solería.
El problema llegó cuando la fachada, que está protegida, fue pintada de blanco completamente por los operarios contratados por Koker. El pasado 6 de agosto Urbanismo ordenó una inspección para el local por exceder en sus acciones y por extralimitarse en la Declaración Responsable que firmó la empresa. Agentes de la Policía Local se acercaron al local y pudieron confirmar las modificaciones sin permiso en la fachada de la antigua Casa Ruiz y se tramitó un expediente para parar las obras.
La Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sevilla ha apercibido al nuevo propietario del local quien, de excederse de nuevo, podría enfrentar sanciones de hasta 120.000 euros, dado que este establecimiento aparece en el Plan General de Ordenación Urbana como protegida.