Hospital Universitario Virgen Macarena. Clara Fajardo

El consumo de tabaco continúa siendo la principal causa de muerte evitable en el mundo y es una de las principales lacras de la sociedad. Además de su impacto en salud, el tabaquismo es una enfermedad íntimamente asociada a la contaminación ambiental, tanto en el proceso de elaboración de los distintos productos derivados del tabaco como durante su consumo y posterior eliminación de los residuos.

La Unidad de Tabaquismo de Neumología del Hospital Universitario Virgen Macarena, acreditada por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), atiende cada año más de 800 nuevos consumidores de tabaco. El programa de Deshabituación Tabáquica que se aplica incluye un abordaje personalizado mediante tratamiento psicológico (cognitivo-conductual) y farmacológico específico para el control del síndrome de abstinencia nicotínico.

Este programa contra el tabaco del Macarena se prolonga hasta el año de seguimiento, con un control más estrecho durante los primeros 3 meses, y la posibilidad de contactar de forma telefónica con la Unidad durante todo el proceso. «Más de la mitad de los pacientes que completan el programa consiguen dejar de fumar», aseveran desde esta Unidad que lleva más de 16 años funcionando. El tabaco es dañino para el organismo, con más de 7000 productos tóxicos identificados en la combustión de los cigarrillos. Responsable del 33% de todos los cánceres, destacando su relación con el cáncer de pulmón como causa directa del 85% de los casos.

«Fumar aumenta el riesgo de padecer enfermedades cerebrovasculares como el infarto de miocardio o el ictus cerebral y agrava afecciones respiratorias como el asma, o las produce, como es el caso de la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica)», añaden profesionales del Servicio de Neumología del hospital sevillano. Los efectos positivos de dejar de fumar no se hacen esperar demasiado. De hecho a los 20 minutos ya comienza a disminuir el ritmo cardíaco y la presión sanguínea. Después de 2-3 semanas la circulación mejora y la función pulmonar aumenta. También, desde el plano sensorial, se recupera el olfato y gusto.

Periodista andaluz. @_manuel_RG_ en Twitter.