La Comisión Ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente ha dado hoy luz verde a dos actuaciones relacionadas con las antiguas Naves de la calle San Luis, sobre las que hay planteado un nuevo proyecto residencial junto con otras actuaciones de mejora de dotaciones y de accesibilidad. “De esta forma, en breve podrán comenzar sobre el terreno los primeros trabajos encaminados a la transformación definitiva de este actual vacío urbano que se encuentra en estado degradado, en un proyecto acorde con el entorno patrimonial en el que se enclavan los terrenos”, según ha explicado el delegado de Hábitat Urbano y Cohesión Social, Juan Manuel Flores.

En concreto, se trata de un ámbito de 3.778 metros cuadrados de superficie en la zona norte del centro histórico, conformado por cinco parcelas interiores y delimitado por las calles Duque Cornejo, San Luis, Plaza de San Marcos, Vergara, Hiniesta y, Lira. La mayoría de esos terrenos corresponden a la SAREB, conocido con banco malo, que, con la finalidad de promover su desarrollo, presentó hace unos años el correspondiente instrumento urbanístico de ordenación de los suelos y de su uso, en el que se marcan como principales objetivos la mejora de la permeabilidad entre las calles San Luis e Hiniesta a través de un nuevo itinerario peatonal, la construcción de vivienda libre y protegida de forma integrada, la generación de otras actividades no residenciales, la recuperación de una instalación cultural prevista en el ámbito y, la protección de los valores patrimoniales del ámbito.

Un proyecto para la construcción de nuevas viviendas

Conforme a estos propósitos generales, se ha presentado ya en la Gerencia de Urbanismo un proyecto residencial para la construcción en una de las parcelas de 37 nuevas viviendas, 20 de ellas libres y 17 protegidas, que está en estos momentos en tramitación. Vinculados a este próximo proyecto constructivo, se encuentran las dos propuestas de obra que han sido autorizadas hoy para que puedan ejecutarse. La primera de ellas se refiere a los movimientos de tierra necesarios para la prospección arqueológica previamente obligada, en tanto que la segunda licencia corresponde a obras de demolición de restos de las antiguas edificaciones.

Complementariamente, para que puedan desarrollarse los nuevos usos previstos en el solar, habrán de realizarse también obras para dotar al mismo de infraestructuras y de accesos, y que se especifican en el correspondiente proyecto de urbanización que se aprobará también próximamente. En cualquier caso, con las dos primeras licencias de obra que se conceden hoy se podrá iniciar físicamente la actividad que conducirá a la reactivación de esta zona del Casco Antiguo de Sevilla, que ha permanecido durante años en una situación de clara decadencia que está próxima a revertir.