El Ayuntamiento de Sevilla ha instalado hoy un vidrio de alta seguridad en la cámara de guardia hallada en el interior del Arco de la Macarena para así garantizar su contemplación y protección.

La reciente restauración llevada a cabo por la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente ha desvelado no pocos detalles relacionados con el pasado de esta antigua Puerta de la  Muralla de Sevilla y con su evolución a lo largo de sus más de ocho siglos de historia. De esta forma, a raíz de esta intervención han salido a la luz elementos desconocidos y que permanecían ocultos dentro del Arco.

Entre los hallazgos encontrados destaca una cámara en el lado izquierdo del interior del Arco de unos cuatro metros cuadrados que, según los estudios arqueológicos realizados era utilizada por el cuerpo de guardia de la muralla para el cobro del impuesto del portazgo o tributo que se abonaba por el tránsito de animales o mercancías al interior de la ciudad.

Un tesoro al descubierto

Al haber permanecido sellada durante más de un siglo y medio se mantienen intactos dentro de ella los elementos que servían a los guardias para hacer más cómoda su estancia, tales como un pequeño hogar que haría las veces de cocina, un banco corrido de piedra para el descanso, restos cerámicos, ganchos para colgar utensilios y hasta restos de animales.

El Ayuntamiento de Sevilla ha optado por mantenerla abierta para que pueda ser contemplada. A fin de que este visionado sea posible en óptimas condiciones y con las máximas garantías de seguridad, la Gerencia de Urbanismo ha instalado un cristal de seguridad que cubre toda la abertura que ha quedado al descubierto, según ha explicado el delegado de Hábitat Urbano y Cohesión Social, Juan Manuel Flores.

Con la integración definitiva de los restos de esta cámara en el monumento se facilita a la que vez que se incrementa el conocimiento de la que fue una de las Puertas de entrada a Sevilla durante el tiempo en que ésta fue ciudad amurallada.

Declarado Bien de Interés Cultural, el Arco de la Macarena permanece junto con la cercana Puerta de Córdoba y el Arco del Postigo como testigo de ese pasado. La Gerencia de Urbanismo lo acaba de restaurar para mejorar su estado y seguir preservándolo. Las obras han contado con un presupuesto de 222.000 euros.