Tras años de acumular pérdidas y descenso de viajeros, la empresa pública sevillana apela a la Junta de Andalucía para sanear sus cuentas deficitarias. Su consejo de administración aprobó ayer abrir «negociaciones” además de con la Junta, con los agentes sociales, los sindicatos con representación en la empresa y el Ayuntamiento hispalense.

Sevilla Actualidad. La situación, cada vez más insostenible, de Tussam ha llegado en los últimos meses a pedir a gritos un plan de saneamiento en el que su consejo de administración quiere a la Junta de Andalucía presente.

El secretario general de CCOO en Tussam, Miguel Pereira, informó ayer de que los sindicatos, el vicepresidente, Guillermo Gutiérrez, además del gerente, Carlos Arizaga, acordaron en el consejo de administración «negociar» con las organizaciones de vecinos, las asociaciones de consumidores, el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía el «plan de saneamiento”.

«La disposición de la Junta para negociar no la sabemos. Eso es otra cosa», dijo el portavoz de CCOO en cuanto a este aspecto. Y es que, el Ayuntamiento trasladó hace ya meses a la Consejería de Obras Públicas y Transportes una petición para que colaborase en la financiación de la empresa, pero la Administración andaluza no ha respondido oficialmente a esta solicitud.

Los sindicatos reclamaron también la «retirada» del procedimiento de contratación convocado para la suscripción de un acuerdo marco que permita a Tussam externalizar determinados servicios de transporte urbano colectivo. Piden además que se restituya el servicio interno de lanzaderas por el cual los conductores se desplazaban entre la sede central y el Prado de San Sebastián a la hora de los relevos.

IU-CA advirtió del lado de los sindicatos durante el consejo de administración que no respaldará «ningún modo de concesión» que externalice los servicios de Tussam, reclamando además que la Junta «apueste decididamente por la cofinanciación» de la sociedad municipal para conservar su carácter público y su calidad. «Hay que mantener la aportación municipal como la mayoritaria, pero no hasta el extremo de asfixiar al Ayuntamiento», resumió este grupo de concejales sobre este plan de saneamiento.

Propuestas para el plan

La federación de izquierdas propone «reunir todos los préstamos en uno solo para abaratar la cuota con la banca pública además de que el plan de saneamiento contemple la actualización de la red de líneas y el aumento de los autobuses de gas frente al gasoil.

Para afrontar situación económica y generar ingresos, IU-CA habló además, hace unas semanas de instalar una «ecotasa» a partir del cobro en aparcamientos cercanos a zonas verdes, la explotación de los talleres para reparaciones y mantenimiento de autobuses privados o públicos, la venta de gas y de energía eléctrica e incluso la habilitación de la sede central como estación de Inspección Técnica de Vehículos (ITV) para autobuses.

La deuda

Tussam acordó en septiembre la creación de este «plan de saneamiento» a tenor de las cifras, porque la sociedad municipal cerró el año 2008 con pérdidas por valor de 54 millones de euros. A esta situación se llega por un aumento constante de las pérdidas de explotación, que, como decíamos, alcanzaron en 2008 los 54,1 millones de euros, un 7,34% más que en 2007, con 50,4 millones de pérdidas, y un 52,3% más que en el año 2005, cuando Tussam registró 35,5 millones de pérdidas de explotación.
Paradójicamente, la empresa viene aumentando progresivamente sus ingresos. Por ejemplo, por venta de títulos de viaje se facturó en 2008 41,2 millones de euros, un 13,4% más frente a los 36,4 millones de 2007. Además, su deuda de 107,8 millones a corto plazo es ligeramente inferior a la de 109,2 millones con que cerró 2007, aunque está claramente por encima de los 90,8 millones de deuda a corto plazo de 2006 y es muy superior a los 62,3 millones de euros con que cerró el ejercicio 2005.

Menos viajeros

A todo el problema económico, Tussam tiene que hacer frente también a un descenso de los viajeros volviendo a la tendencia deficitaria que había a principios de los 90. Algo más de 82,8 millones de viajeros se subieron el año pasado a alguno de los autobuses de Tussam o al tranvía, lo que supone un 2,2 por ciento menos que el año anterior o, dicho de otra manera, 1,9 millones usuarios menos.
Los datos de la compañía de transportes en los tres últimos lustros revelan una pérdida progresiva de clientes, que fueron 94,8 millones en 1995; 83 millones en 2005; 81,4 millones en 2006; 81,5 millones en 2007; 84,7 millones en 2008 y, finalmente, 82,8 millones en 2009.
Sus responsables achacan esta situación a las numerosas obras que se desarrollan en la ciudad -motivo que se aduce también para justificar el permanente descenso de la velocidad comercial-, a la puesta en funcionamiento del metro el pasado abril y al efecto de la crisis económica. Los descensos en otras empresas de transporte urbano de capitales españolas alcanza el 8 por ciento, aseguran los responsables de Tussam, que se consideran, pese a todo, satisfechos con estos datos.