Esta mañana se ha sabido que un hombre ingresado, que se encontraba en estado grave ha fallecido. Tras la amarga jornada de ayer, hoy comienza el segundo de los tres días de luto que el Ayuntamiento de Sevilla decretó por el fallecimiento de 7 personas en la residencia de ancianos ‘Aurora’.

Sevilla Actualidad. Este suceso que ocupó gran parte de la actualidad informativa de ayer prosigue con cuatro personas afectadas ingresadas, tras fallecer uno de los heridos ya ingresado en el hospital. Según la Delegación Provincial de Salud de Sevilla. En el Hospital Virgen Macarena hay una mujer, mientras que en el centro hospitalario Virgen del Rocío permanecen tres de los afectados por el incendio, con diagnóstico de gravedad y en el Hospital de Valme queda un paciente ingresado a la espera de ser trasladado al Virgen Macarena.

El primer equipo de emergencias del 061 se activó en la noche del lunes al martes a las 23:56 horas tras una llamada del 112, desplazándose al lugar de los hechos al que llegó a las 00:05 horas. En total acudieron hasta el incendio cinco equipos de emergencia UVI móviles y cinco ambulancias convencionales.

Por su parte, la portavoz del Gobierno municipal y delegada de Cultura y Comunicación del Ayuntamiento de Sevilla, Maribel Montaño, informó de que el Consistorio decretaba tres días de luto oficial en «memoria y recuerdo» de los seis ancianos fallecidos, durante la presentación de la programación del Festival Internacional de Teatro y Artes Escénicas de Sevilla (feSt 2010).

Montaño hizo alusión a este trágico suceso y confirmó que el Ayuntamiento de Sevilla honrará la memoria de las dos mujeres y los cuatro varones fallecidos en el citado incendio con tres días de luto oficial, que comenzaron ayer mismo.

Conmoción de los propietarios

Según Montaño, en total fueron atendidas 25 personas. La tragedia, que se saldó con siete personas fallecidas, conmocionó a los propietarios de la residencia de ancianos ‘Aurora’, enclavada en la calle Marqués de Nervión.

Uno de los hijos de la dueña del negocio informó de que la mujer está «muy mal» emocionalmente dadas las dimensiones del accidente, que se ha cobrado la vida de seis personas incluyendo a una prima de la propia promotora. La dirección de la residencia, según dijo este portavoz, está «desbordada» ante los acontecimientos, investigados de manera conjunta por la Policía Científica y el servicio municipal de Salvamento y Extinción de Incendios.

Tras los sucedido la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía informó de que el centro tiene resolución de autorización previa de creación concedida por la Junta en mayo de 2002 y resolución de funcionamiento desde febrero de 2006, con una capacidad de 22 plazas.

Según informó la Junta en un comunicado, antes de conceder ambas autorizaciones para la apertura de la residencia, se verificó que el centro cumplía con toda la normativa en vigor, tanto en materia de accesibilidad, como térmica, acústica, medidas contra incendios, plan de evacuación y emergencias, así como las específicas de los Servicios Sociales de Andalucía.

La última intervención inspectora a este centro fue el pasado septiembre, en la que se le notificó que, aunque disponía de todas las medidas de seguridad anteriormente citadas, debía adecuarse a los criterios establecidos en el Real Decreto sobre Norma Básica de Autoprotección de los Centros 393/2007. Además, estaba previsto que el próximo mes de marzo una nueva inspección comprobase esa adecuación a la normativa.

«Se podría haber producido en cualquier otro lugar»

La directora de Recursos Asistenciales de la Federación de Organizaciones Andaluzas de Mayores (FOAM), Inmaculada Cuesta, aseguró que el incendio «se podría haber producido en cualquier otro lugar, edificio o residencia.

Cuesta señaló que este tipo de sucesos luctuosos «son siempre imprevistos» y aseguró que «ningún responsable de ninguna de las residencias de ancianos de Andalucía desea que ocurra algo así en su centro».

«Desgraciadamente, de las residencias sólo se ve lo malo, pero nunca se sabe ni se habla del buen trabajo hecho a diario con estos ancianos que, finalmente, se convierten en parte de nuestra familia y al que le damos todo nuestro afecto y cariño durante todo el año», lamentó Cuesta.

Ésta es una de las razones por las que la directora de Recursos Asistenciales de FOAM criticó que acontecimientos como éste «sólo conlleven un montón de inspecciones» por parte de la Administración pública y la exigencia de presentar «50.000 cosas más que, al final, se transforman en meros trámites y pérdida de tiempo». De ahí que afirmase que las Organizaciones de Mayores se sintieran «muy desprotegidas» frente a incendios y otros sucesos similares.

Finalmente, insistió de nuevo en la «necesidad» de apoyar a los profesionales, los ancianos y los familiares de la residencia ‘Aurora’ porque «lo ideal en estos casos es que estemos todos juntos».

«Un auténtico infierno»

La primera persona en acudir a la residencia de mayores tras observar el humo procedente de la misma fue Juan Salvador, quien aseguró a los periodistas que lo que se encontró cuando entró en las instalaciones «fue un auténtico infierno».

Salvador señaló que, cuando se encontraba junto a su madre esperando un taxi, observó cómo una gran cantidad de humo salía de esta residencia ubicada en el número 98 de la calle Marqués de Nervión, por lo que cruzó la calle y llamó al timbre del geriátrico, abriéndole la puerta una enfermera que se encontraba en un estado evidente de nerviosismo. subieron ambos a esta segunda planta para ver lo que estaba sucediendo. «El humo lo había inundado todo y no se veía nada, ni las puertas», apostilló.

De este modo, indicó que, en ese momento, comenzó a toser y los pulmones se le llenaron de humo, por lo que procedió a bajar otra vez ya que no podía aguantar la situación. Una vez abajo, y según dijo Juan Salvador, comenzó a escuchar «los gemidos de los ancianos que se estaban quemando» en la segunda planta, lo que lo impulsó a subir una segunda vez, pero el humo y la tos le llevaron a desistir en su empeño, aunque se dirigió a la primera planta para intentar sacar a los ancianos que allí dormían antes de que el fuego se propagara.

«Cogí a un anciano y lo arrastré hasta la escalera, y cuando intentaba bajarlo me encontré con la Policía», según prosiguió Juan Salvador, quien, entonces, preguntó a los agentes si podía ayudar, a lo que estos contestaron diciendo que mojara ropas y toallas y se las fuera dando, tras todo lo cual llegaron al lugar de los hechos los Bomberos, que comenzaron a extinguir el fuego.

Por otro lado, el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, abrió una queja de oficio para investigar las circunstancias en las que se produjo el incendio. Chamizo apuntó que la Oficina del Defensor se encuentra a la espera de saber si la residencia reunía todos los requisitos que marca la Ley y el Decreto de centros residenciales.

El Defensor, quien trasladó su pésame a las familias de los heridos y fallecidos, quiso hacer un llamamiento a la población para que «no olvide que tanto niños como ancianos deben de ser una tarea prioritaria de toda la sociedad».

www.SevillaActualidad.com