El sindicato CSI-F critica la falta de UVI móviles en el dispositivo de cuidados críticos y urgencias (D.C.C.U) de la ciudad.

El dispositivo de cuidados críticos y urgencias (D.C.C.U) de Sevilla se crea en 2005, siendo dotado por el S.A.S con seis UVIS móviles medicalizadas y con profesionales altamente cualificados para atender las urgencias extrahospitalarias durante 24 horas diarias los 365 días al año y dar asistencia a una población cercana a los 700.000 habitantes.

Desde entonces, según afirma el CSI-F en un comunicado, “el DCCU no ha parado de perder recursos tanto humanos como materiales. En 2012 pasaron a ser tan solo cinco ambulancias en servicio en un lamentable estado, provocando incluso intoxicaciones por monóxido de carbono al entrar humos en la cabina asistencial. Ello provocó que la consejería reemplazara algunas ambulancias, pero no todas, motivo por el cual el problema sigue existiendo”.

Este verano ha sido especialmente complicado para este servicio, siendo habitual trabajar con “solo cuatro UVI móviles medicalizadas y un coche pequeño (vehículo de usos múltiples, VUM) no homologado para el uso de oxígeno, ni el traslado de pacientes. Esta situación se ha visto agravada el pasado día 20 de agosto, día en que la ciudad de Sevilla se quedó únicamente con 3 UVI móviles medicalizadas, más dos VUM.”

Ante la gravedad de los hechos, el sindicado ha mantenido una reunión con la dirección del Distrito Sevilla, los que les han informándo de que aunque la dotación del parque móvil es de nueve UVI móviles, en este momento cuatro de ellas tienen averías importantes y van a cursar baja de manera inminente y otra ha sido retirada por siniestro total tras un grave accidente cuando acudía a realizar una asistencia urgente, quedando tan solo cuatro ambulancias en activo. Al parecer tienen solicitadas ambulancias, pero sin saber el número concreto, ni la fecha en la que se incorporarían.

Desde CSI-F consideran que esta situación es insostenible: “una posible avería de una de las 4 UVI móviles, que están circulando día y noche sin descanso (lo que se agrava al no poder realizarle el mantenimiento adecuado), dejaría a la ciudad en una cobertura bajo mínimos (a lo que se añade el cierre de los centros de salud por las tardes durante el verano, que incrementa el número de avisos), ya de por si insuficiente para dar respuesta a una eventual catástrofe.”