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El nuevo método ofrece un resultado más cercano a las mediciones hechas por caminantes aficionados que las estimaciones que proporcionan los sistemas de cálculo más utilizados hasta la fecha. 

Investigadores del departamento de Geografía Física y Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Sevilla han desarrollado un nuevo sistema para medir el tiempo que se tarda en realizar un sendero en el medio rural. Se trata de un algoritmo que toma en cuenta la longitud y la pendiente como variables principales a la hora de establecer la duración de un recorrido a pie.

Después de haber aplicado su herramienta en rutas de toda España, aseguran que su fórmula se aproxima a las posibilidades de un senderista de perfil medio más que los otros sistemas de cálculo utilizados hasta ahora. Los autores habían detectado la necesidad de un sistema más preciso que los existentes actualmente debido al aumento del número de personas que practican el senderismo en los últimos años.

Sin embargo, adelantan que su nueva herramienta puede tener utilidades más allá de las actividades recreativas. Hasta la fecha se consideraban varios métodos como los más habituales en el cálculo de distancias y tiempos. El primero fue creado por el montañero escocés William W. Naismith a finales del siglo XIX y posteriormente refinado por Langmui. Otra aportación importante es el sistema de Tobler, surgido a finales del siglo XX.

Y la última aportación destacada es el sistema MIDE, de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada. Para comprobar la eficacia de su herramienta, los investigadores de la Universidad de Sevilla han comparado los resultados obtenidos por ella y por los tres sistemas mencionados anteriormente en 21 senderos homologados de toda España. Basándose en los datos que los internautas han subido al portal colaborativo de rutas Wikiloc, los investigadores han certificado que sus estimaciones se aproximan más a las mediciones reales de senderistas que las aportadas por los demás sistemas o los datos proporcionados por las instituciones públicas responsables de la gestión de las rutas analizadas.

Los 21 senderos utilizados han sido elegidos después de aplicar una serie de criterios como detectar los que han sido más recorridos, con un mínimo de diez usuarios, y que además tienen registrada su duración. Entre los distintos tiempos existentes, eliminaron los que presentaban una mayor diferencia por rapidez o por lentitud. De esta forma han pretendido obtener el perfil de senderista medio y descartar a aquellos cuyas condiciones físicas, por exceso o por defecto, se alejan demasiado del promedio. Si se compara con las mediciones de usuarios que han realizado el camino, los investigadores de la US han obtenido el mejor resultado frente a los sistemas Naismith, Tobler y MIDE en el 40% de los casos (el MIDE y Naismith-Langmuir alcanzan el 23%), además de conseguir un mejor promedio de la duración en relación con la longitud. Sin embargo, destacan que la realidad es tan variada que es complejo evitar diferencias entre los tiempos calculados y los reales, y por eso han medido las diferencias entre ambos. El error obtenido oscila normalmente entre los 1,8 y los 2,3 minutos por kilómetro.

Los investigadores plantean que su nuevo algoritmo puede ser una herramienta útil para el uso de las entidades responsables de estos caminos, que podrán estimar de forma más acertada la duración de sus rutas, informar con mayor precisión a sus usuarios y detectar las necesidades de infraestructuras que puede tener cada recorrido en función de su duración, tales como puntos de descanso, sombra y fuentes para repostar agua. El nuevo algoritmo permite también obtener una estimación de la duración de un recorrido a pie que no se haya realizado antes. Para ello, bastará únicamente con digitalizarlo, marcando sobre un mapa en un ordenador por dónde transcurre. Asimismo, se puede aplicar también al análisis de redes y mostrará el camino más rápido entre todos los existentes en una zona, pudiendo ser diferente a la ida o a la vuelta.

En la actualidad, los autores están trabajando en una aplicación web que permita a cualquier usuario la estimación del tiempo de un recorrido que se proponga realizar. Además, el mismo sistema que en este estudio se ha aplicado al ocio se puede enfocar al ámbito de las emergencias. Así, en caso de incendios en zonas naturales, es posible determinar por ejemplo en cuánto tiempo es viable evacuar una zona. Los mismos principios, junto con el análisis de redes, pueden aplicarse a resoluciones y mejoras de problemas de movilidad y accesibilidad en ámbitos urbanos.