La Fiscalía pide prisión permanente revisable al acusado de la violación en la Glorieta de Bécquer

El acusado por la muerte de una joven sevillana tras su “brutal violación” asegura en el primer día de juicio que las relaciones fueron “consentidas”.

Que fueron “consentidas”. Que “no tenía miedo”. Y que “no había hecho nada malo”. Estos han sido los argumentos con los que se ha defendido Francisco Morillo Suárez en el primer día de juicio en la Audiencia Provincial de Sevilla por la muerte de una joven en febrero del año pasado en el Parque de María Luisa. Actualmente en prisión, Francisco Morillo es el único acusado como presunto autor del crimen.

Y lo que ha dicho ante el tribunal es que acudía “de vez en cuando, unas dos veces al mes” al parque y que el 23 de febrero de 2016 lo había hecho para “despejarse” tras una discusión con su pareja. Se había drogado y había bebido cervezas y ron. Según su declaración, allí se encontró con la víctima de forma “casual”, insinuando que ella también estaba “alegre”. Allí habría mantenido relaciones sexuales con ella durante 15 minutos, siempre consentidas según él.

Pero la Fiscalía no cree su versión y, junto con la acusación particular que ejerce la familia de la víctima, solicita –por primera vez- la prisión permanente revisable. Entiende que lo que hubo fue una violación y que, de no haberse producido, la joven sevillana seguiría hoy con vida.

Y es que, el 23 de febrero de 2016, y según informes y análisis toxicológicos, la joven de 31 años moría desangrada tras lo que los forenses consideran una “brutal violación” que, incluso, no habían visto jamás, y no por los efectos de los medicamentos que había ingerido, supuestamente, para suicidarse.

Cabe recordar también que el imputado cuenta con numerosos antecedentes policiales. El Grupo de Homicidios le califica de “merodeador sexual que ataca a quien puede y no a quien quiere”.