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La Expo 92, el inicio de una era

Joyas arquitectónicas de la Expo 92 que todavía se pueden disfrutar

Durante estos días se está conmemorando el 25 aniversario del inicio de la Expo92 de Sevilla, un acontecimiento que revolucionó a la capital hispalense con la llegada de decenas de miles de turistas que buscaban dar la vuelta al mundo sin salir de la Isla de la Cartuja.

Aquellos visitantes buscaban aprender de otras culturas, de sus bailes, sus costumbres, su arquitectura y, como no, de sus músicas. Y es que en cada Pabellón de Expo y en cada espectáculo organizado en sus instalaciones la música tenía un papel fundamental como transmisor cultural.

Aunque, curiosamente, hubo una música que trascendió de la Expo y que se ha mantenido viva hasta nuestros días, hasta el punto de que se sigue usando como sintonía de algunos programas de radio actuales. Fue escrita para formar parte del espectáculo multimedia por antonomasia de aquel evento, el conocido como espectáculo del lago. Su autor es José Nieto (1942), un compositor madrileño que a día de hoy ha conseguido hasta seis premios Goya a la mejor música, además del Premio Nacional de Cinematografía, pero que en aquel año 1992 era la primera vez que se enfrentaba a la composición de la música para un espectáculo multimedia de ese calado.

“Era un proyecto que me llenaba de curiosidad desde que me enseñaron los bocetos sobre cómo sería el espectáculo, y me pareció algo muy difícil de entender eso de proyectar imágenes en una pantalla de agua”, reconoce el propio José Nieto durante una entrevista en el programa Sevilla en la Onda, de Onda Cero, quien también admite que nunca pensó en la proyección de futuro de la música que compuso para aquel evento.

Otra de las complejidades de esta composición radica en que la estructura del espectáculo venía dada por la música, al contrario de lo que sucede en el cine, donde la música se adapta al guión. “La responsabilidad era grande, porque la música era lo que ponía en movimiento el relato del espectáculo del lago, y necesitaba ser expresiva y conmovedora”, admite Nieto.

Cuando se inauguró el espectáculo del lago José Nieto asistió en persona a disfrutar de la conjunción de su música fusionada con las cortinas de agua donde se proyectaban imágenes en movimiento. “No pude ir a ningún ensayo, por lo que presencié la primera representación y me llevé una sorpresa muy grande, me emocioné mucho”, dice Nieto, quien puntualiza que su música era solo una parte del conjunto del espectáculo visual. “Es en ese contexto donde esta música cobra sentido, porque está unida a los elementos visuales para los que fue creada”, puntualiza.

Aún así, a día de hoy, aquellas melodías siguen vivas. De hecho, José Nieto reconoce que una orquesta joven de Algeciras fue una de las últimas formaciones que le ha pedido sus partituras para interpretarlas. “El chico de la orquesta que se puso en contacto conmigo para pedirme las partituras me reconoció que se ha hecho músico escuchando la música de la Expo”, afirma emocionado Nieto.

Quien pasee ahora, 25 años después, por la Isla de la Cartuja, contemplará asombrado cómo siguen en pie y en uso algunos de los pabellones de la Expo 92. Otros fueron demolidos en el olvido. Y en ese paseo quizás se le venga a la cabeza la melodía de algunas de las piezas que compuso José Nieto para el espectáculo del lago. Y es que, como dijo Beethoven: «la arquitectura es una música de piedras, y la música es una arquitectura de sonidos». Parece, por tanto, que el pabellón musical de José Nieto sigue en pie y en uso en la mente de los sevillanos.