Unidad-Nefrologia

Esta modalidad de tratamiento permite mayor autonomía para los pacientes y eleva el índice de supervivencia.

Durante el pasado año, la Unidad de Gestión Clínica (UGC) de Nefrología del Hospital Universitario Virgen Macarena recibió 76 nuevos pacientes para iniciar Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS) o diálisis. De ellos, 20 iniciaron diálisis peritoneal y 56 hemodiálisis, lo que supone que más del 25% del global de pacientes eligieron esta modalidad de tratamiento domiciliario, una cifra muy por encima de la media española y andaluza, 17 y 15% respectivamente, que supone  una clara apuesta de la UGC de Nefrología por esta modalidad de tratamiento. Según un estudio reciente realizado en la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP, iniciar TRS con esta modalidad resulta en mejor supervivencia de los pacientes incidentes en diálisis, además de permitir una mayor independencia y autonomía para los pacientes.

La UGC de Nefrología ingresó el pasado año en su área 537 pacientes, cifra que se ha visto incrementada en los últimos cinco años en un 43%. Casi la mitad de los ingresos son generados por fracaso renales agudos que acontecen en el contexto de diferentes situaciones como la  deshidratación, la ingesta de fármacos nefrotóxicos o una patología renal propiamente dicha. La otra mitad son pacientes con Enfermedad Renal Crónica (ERC) que ingresan debido a complicaciones derivadas de la misma.

En lo que respecta a consultas externas, los nefrólogos atendieron el pasado año  4.537 pacientes, de los cuales el 22% fueron primera visita al especialista, lo que supuso un crecimiento del 21% respecto al 2.015. Asimismo los especialistas atendieron 807 interconsultas de pacientes ingresados en otras áreas del Hospital que han presentado patología o complicaciones renales, con una tendencia creciente del 25 % más en dos años.

Como novedad este año la UGC de Nefrología ha puesto en servicio un grupo de consultas monográficas de la especialidad, con el fin de atender las diferentes patologías que afectan al riñón, como la consulta de Enfermedades glomerulares, consulta de Enfermedades Sistémicas, de Nefropatía Diabética, Nefropatía intersticial y litiasis o hipertensión, así como la consulta de Riesgo Cardiovascular. Este tipo de consultas garantiza una mayor especialización y calidad de la asistencia.

Por otro lado, y con respecto a la actividad intervencionista diagnóstica, la Unidad trabaja a día de hoy con la finalidad de convertirse en Unidad de Referencia de esta actividad. Para ello se ha dado un importante impulso este último año que permite una respuesta más ágil y eficiente a los problemas de salud que presentan los pacientes renales. El objetivo primordial es seguir potenciando la actividad intervencionista implementando la ecografía diagnóstica renal y vascular para desarrollar consultas de alta resolución, favoreciendo los procedimientos ambulatorios que eviten ingresos innecesarios y creando simultáneamente más consultas monográficas. 

Día Mundial del riñón

El día 9 de marzo se celebra el XII Día Mundial del Riñón, con el lema ‘Enfermedad Renal y Obesidad: estilo de vida saludable para unos riñones sanos’; un evento anual promovido conjuntamente por la Sociedad Internacional de Nefrología y la Federación Internacional de Fundaciones Renales 

El Día Mundial del Riñón se celebra con el objetivo de promocionar campañas de salud para concienciar a la población de la importancia de proteger los riñones. Este día está diseñado, no para alertar a los que ya saben que están enfermos del riñón, sino para informar a la población general no afecta, de los factores que pueden dañar sus riñones, intentando incidir en los que pueden ser modificables, con la intención de prevenir la aparición de un posible daño renal en el futuro. Desde su puesta en marcha en 2006 el Día Mundial del Riñón se ha convertido en el evento relacionado con la enfermedad renal más celebrado en el mundo. Los lemas desde su inicio han ido variando, centrándose cada año en un factor de riesgo distinto,  desencadenante de daño renal.

Los factores de riesgo clásicos que predisponen a desarrollar una Enfermedad Renal Crónica son la hipertensión arterial (HTA), diabetes mellitus (DM), edad superior a 60 años, presencia de enfermedad cardiovascular y la existencia de familiares en diálisis o sometidos a un trasplante renal. Otros factores de riesgo descritos son el síndrome metabólico, tabaquismo, dislipidemia, sedentarismo y, el que nos interesa en este año como lema, la obesidad.

En esta edición de 2017 se pretende llamar la atención sobre el gran papel que juega la Obesidad en el desarrollo y progresión de la enfermedad renal de forma directa o indirecta. Se sabe que la obesidad puede ser un factor acelerador independiente de la progresión de las enfermedades renales primarias, actuando así como factor de riesgo “per sé”, y también  se comporta como factor de riesgo cardiovascular favoreciendo indirectamente la aparición de Diabetes Mellitus e Hipertensión arterial, los dos principales factores condicionantes de enfermedad renal en la población general;  contribuyendo, por tanto, a aumentar los riesgos de desarrollar la enfermedad. La obesidad también has sido reconocida como factor predisponerte a padecer cálculos renales y cáncer renal. Las personas obesas tienen un 83% de riesgo más de padecer enfermedad renal que aquellas personas que tienen un peso saludable. Dado que esta asociación entre obesidad y enfermedad renal está admitida, es esperable que una reducción del peso se acompañe de efectos benéficos también en este aspecto.

El tratamiento renal sustitutivo es la expresión final de la enfermedad, la punta visible del iceberg. En Andalucía más de 1.000 personas han requerido tratamiento renal sustitutivo con diálisis o trasplante renal en el último año.