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Triunfo de mucho nivel y paso importantísimo el que ha dado el Sevilla FC este domingo en el Estadio de Gran Canaria, donde la Unión Deportivo Las Palmas llevaba un año sin perder.

El Sevilla, que llegaba con ciertas urgencias tras encadenar dos partidos sin ganar, se impuso exhibiendo jerarquía en un duelo vibrante repleto de alternativas en el que los porteros de ambos equipos brillaron e impidieron que hubiera más goles en el marcador. Para el Sevilla, no obstante, fue suficiente con el tanto logrado por Joaquín Correa a diez minutos del final que sirve para tomar impulso y afianzarse en la zona Champions.

Como era de esperar, el partido ante Las Palmas fue atractivo y de numerosas ocasiones para ambos bandos. Con más de diez disparos a puerta por parte de los dos equipos, resulta complicado entender cómo sólo subió un gol al marcador. Pero la realidad es que los porteros estuvieron muy por encima del resto. Nada más comenzar el choque, de hecho, Sergio Rico salvó un mano a mano clamoroso ante Jesé que bien podría haber cambiado el rumbo del partido. Fue la primera de muchas. Manos salvadoras, fundamentalmente ante Boateng, que mantuvieron al Sevilla vivo cuando más sufría. Pero Javi Varas se lució, interviniendo de forma providencial ante Franco Vázquez o Ben Yedder.

El choque, en definitiva, tuvo sobrada adrenalina. La disputa del balón se la llevó la UD Las Palmas, que demostró con creces porque su campo hasta la fecha no había ganado allí. Al Sevilla, sin embargo, no le hacía falta poseer el balón para generar peligro, porque a la contra hacía mucho daño. Sin embargo, en el caso nervionense faltaba algo más de juego directo, perdiéndose mucho las intenciones en pases que sobraban y echándose de menos algo de colmillo.

El partido estuvo en un pañuelo hasta su recta final, cuando Sampaoli, una vez más, ganó el partido desde el banquillo. El argentino sacó primero a Iborra por Nzonzi y después a Correa y Jovetic por Vázquez y Ben Yedder. Con todo en el aire, el gol llegó de la forma más simple. Es lo que tiene el fútbol, con jugadores de muchísimo talento sobre el campo de ambos conjuntos, el duelo se decidió en una jugada de manual. Saque de puerta en largo de Sergio Rico, prolonga en la medular Iborra como torre y Correa se queda solo ante Varas, definiendo con mucha inteligencia.

Estaba claro que el partido estaba en el alambre y que el que diera el primer golpe se lo iba a llevar. Así fue, aunque Sergio Rico aun tuvo que emplearse a fondo ante Boateng, si bien Jovetic dispuso de una oportunidad muy clara para hacer el 0-2. No hizo falta, sin embargo, para amarrar un partido vibrante, que se jugó de poder a poder y en el que lo cierto es que pudo ocurrir cualquier cosa. Ganó el Sevilla, derrochando oficio en muchas fases del juego, gracias a una de esas jugadas del fútbol de toda la vida que evidencia la versatilidad de un conjunto que con esta victoria sale muy reforzado.