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El pasado mes de abril el monumento fue objeto de actos vandálicos que provocaron importantes daños en su estructura.

La Gerencia de Urbanismo ha colocado nuevamente en su lugar original, junto al Palacio de Dueñas, el monumento a Antonio Machado, una vez concluidas las obras de restauración a que ha tenido que someterse la obra tras una agresión vandálica sufrida el pasado mes de julio. Esta actuación ha tenido un coste para el Ayuntamiento de 2.491 euros.

El pasado mes de abril el monumento fue objeto de actos vandálicos que provocaron importantes daños. Así, la escultura fue forzada de forma que se seccionó el cordón de resina epoxi y se extrayeron los pernos de anclaje adheridos a la resina con la que se fijó. La caída al suelo de la escultura provocó además la aparición de una fisura de 15 cms de longitud y que ha afectado al espesor completo de esta parte del bronce.

Para su reparación fue necesario un contrato específico de restauración para llevar a cabo el sellado de la fisura y una serie de actuaciones sobre la escultura que obligaron a su traslado al taller de la fundición con un presupuesto de 2.491 euros.

Estos trabajos han quedado concluidos por lo que la escultura ha vuelto a ser colocada en su lugar original. Urbanismo limpiará también en las próximas horas las pintadas producidas sobre la base del monumento, para lo que se emplearán las técnicas utilizadas en las limpiezas de graffitis.

Esta obra escultórica fue instalada en diciembre de 2015 en el lado oeste de la Plazuela de Dueñas al término de unos trabajos de reurbanización realizados en este espacio conjuntamente por Emasesa y la Gerencia de Urbanismo con un contrato de actuación en todo el entorno presupuestado en 43.693 euros.

Su colocación responde a la intención del Ayuntamiento de Sevilla de homenajear el poeta sevillano, cuya infancia transcurrió en el Palacio de Dueñas. El monumento está compuesto de dos elementos alusivos respectivamente al pasado y al presente, a través de un relieve adosado a la pared que nos recuerda la imagen de Antonio Machado, y una escultura sobre un pedestal con parte del torso de una lectora, que atrae hacia sí un libro del poeta. Este segundo elemento fue objeto de una agresión vandálica que provocó su caída y consiguiente rotura de algunos de sus elementos.