Desde el mes de abril este hecho se ha repetido ya hasta en seis ocasiones, con la consecuente afectación a la imagen de nuestra ciudad como atractivo turístico.
El pasado miércoles día 10 el Aeropuerto de Sevilla-San Pablo estuvo 11 horas por debajo de su categoría de protección de incendios por falta de bomberos, según han informado los sindicatos. El número de efectivos contra incendios marca la categoría de protección del aeródromo y, en consecuencia, el tipo de aeronaves que pueden operar en él en condiciones de seguridad.
Ayer el avión de la compañía Transavia-Holanda con origen y destino Amsterdam, ante la falta de seguridad, decidió no operar en Sevilla provocando el desplazamiento en autobuses hasta el aeropuerto de Málaga de 170 pasajeros de salida y los correspondientes de llegada en sentido inverso.
Desde el mes de abril este hecho se ha repetido hasta en seis ocasiones ya, con la consecuente afectación a la imagen de nuestra ciudad como atractivo turístico. Antes de abril, tan sólo en una ocasión se había producido un hecho similar en décadas de funcionamiento de nuestro aeropuerto. Que AENA, primer operador aeroportuario mundial, miembro del selecto club de empresas del IBEX35 y con cifras récord de beneficios, tenga gestores en esta ciudad que no sean capaces de cubrir una baja por enfermedad ni adecuar los recursos humanos a las necesidades reales de operación, es sin duda un flaco favor que se le hace a la ciudad de Sevilla.
“Lo único que sí preocupó ayer a la dirección del aeropuerto fue asegurarse de que el avión que traía al Sevilla FC de vuelta de la final de la supercopa de Europa pudiese aterrizar, aunque para ello fuese necesario vulnerar de nuevo la normativa laboral imponiendo jornadas de trabajo de 29 horas seguidas a personal de emergencias y rescate como son los bomberos”, manifiestan desde CCOO.