retenciones-a49-ramonrmm-twitter

Ecologistas en Acción exige a los ayuntamientos de Sevilla y de su área metropolitana la adopción de medidas de prevención, corrección e información a la población ante los altos niveles de ozono.

Ecologistas en Acción denuncia la superación, durante estos días, de los umbrales de protección a la salud e información a la población. La intensa insolación en este periodo ha provocado la formación de ozono troposférico (el llamado ozono “malo”), debido a la fuerte presencia de gases precursores de este contaminante atmosférico, en su mayor parte provenientes del tráfico motorizado.

La llegada de la estabilidad meteorológica y altas radiaciones han supuesto, de nuevo, la subida de los índices de contaminación por ozono en las estaciones de control de calidad del aire en Sevilla y su área metropolitana, registrando superaciones de niveles de Protección a la Salud, y el umbral de información a la población.

El Umbral de Protección a la Salud, según la normativa vigente, exige no superar durante ocho horas la media de 120 microgramos por metro cúbico (ug/m3) de ozono troposférico. La OMS es mucho más exigente y propone bajar este umbral a los 100 µg/m3. Si se hubieran tenido en cuenta los
niveles recomendados por la OMS, la superación sería generalizada en la mayor parte de las estaciones.

Por otro lado, el Umbral de Información a la Salud en la Directiva europea establece un umbral de aviso a la población cuando se den promedios horarios superiores a 180 μg/m3, y un umbral de alerta a la población cuando se den promedios horarios superiores a 240 μg/m3. En ambas situaciones, las Administraciones están obligadas a proporcionar  información sobre la superación, datos de previsión para las próximas horas, información sobre el tipo de población afectada, y recomendaciones de actuación, planes que brillan por su ausencia y acción.

El ozono «malo» u ozono troposférico (a nivel de suelo), se forma por la reacción fotoquímica (con la luz solar) de contaminantes precursores del ozono, como son los óxidos de nitrógeno (NOx) y los compuestos orgánicos volátiles (COVs), emitidos principalmente por los vehículos. El impacto sobre la salud humana del ozono se manifiesta en irritación de las vías respiratorias y garganta, tos, malestar en el pecho y reducción de la función respiratoria de los pulmones. El ozono produce o agrava el asma y las enfermedades broncopulmonares, haciendo más sensibles a las personas alérgicas. También afecta al crecimiento de las plantas y a la productividad de las cosechas.

Los ecologistas han pedido que a los Ayuntamientos que informen y expliquen a toda la ciudadanía de las amenazas que vivir con  un aire contaminado representa para nuestra salud, así como de las medidas que hay que adoptar para  reducir el problema; nada de esto se hace. Además,  reclaman una vez más la adopción de medidas a las Administraciones públicas para atajar este serio problema de salud pública. Dado que el tráfico y la generación de energía son los principales problemas, es ahí donde deben centrarse las actuaciones.

Reducir el uso del vehículo en los centros urbanos, la disminución de la velocidad de los automóviles en el área metropolitana, promover los carriles bici, ahorro y eficiencia energética, producción de energía por métodos no contaminantes (energías renovables), son algunas de las medidas, hace tiempo conocidas, que atajarían esta situación de mala calidad del aire, tan nociva para nuestra salud.