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Marina del Corral agradece el compromiso conjunto de toda la sociedad para acoger a los ciudadanos.

La secretaria general de Inmigración y Emigración, Marina del Corral, ha compartido la celebración del Día Mundial del Refugiado con el personal y los residentes en el Centro de Acogida a Refugiados (CAR) de Sevilla.

España, como todos los años, se suma a la celebración del Día Mundial del Refugiado. Sin embargo, no puede ser una celebración más, dado que en la actualidad el mundo se encuentra ante la mayor crisis humanitaria global desde la II Guerra Mundial. De acuerdo con las cifras del ACNUR: 60 millones de personas se han visto obligadas a desplazarse forzosamente desde sus lugares de origen (de ellos, 19,5 millones son refugiados); en el año 2015, han llegado a la Unión Europea 1,5 millones de refugiados.

La Unión Europea, y dentro de ella España, no es ajena a esta crisis. No sólo por la llegada directa de miles de solicitantes de asilo a sus Estados miembros, sino también por su implicación solidaria con los países vecinos a las zonas de conflicto que acogen a ciento de miles, a millones de refugiados. Es el caso, por ejemplo, de Líbano, Turquía, Jordania o Egipto. Los esfuerzos de todos y cada uno de los Estados miembros de la Unión Europea, así como de las Instituciones comunitarias, son muestra de la solidaridad de la sociedad europea ante el sufrimiento extremo de los refugiados. España tiene un compromiso firme con las personas con derecho a protección internacional. Es un compromiso consagrado al mayor nivel, al estar recogido en la Constitución Española en el artículo 13.4, que regula el derecho de asilo, y al ser parte España (desde su ratificación el 21 de octubre de 1978) de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados y el Protocolo sobre el Estatuto de los Refugiados.

Además, España viene demostrando su disposición a contribuir en la acción conjunta de la Unión Europea frente a la actual crisis, tanto en los compromisos de reubicación y reasentamiento, como en los esfuerzos de la Unión para definir unos procedimientos acordes con la situación y el incremento de fondos destinados a este fin.

Todo ello en el marco de nuestro compromiso con la defensa de la paz y de los derechos humanos y con el cumplimiento de la legalidad como base para la efectividad de todos los derechos. Esta postura encontró el respaldo unánime del Congreso de los Diputados, cuando se pactó, en septiembre de 2015, una posición común de todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria, en torno a la crisis de los refugiados. La solidaridad del pueblo español se extiende a tres décadas atrás, con la puesta en marcha del sistema nacional de acogida e integración de solicitantes de asilo y refugiados. A lo largo de estos años, son miles los solicitantes de asilo que han llegado a nuestro país buscando refugio, habiendo sido acogidos por nuestra sociedad con normalidad y siendo ya hoy parte de nosotros mismos.

Las cifras del año pasado marcan un máximo histórico en cuanto a solicitudes de asilo tramitadas en nuestro país (en 2015 la cifra de solicitudes de asilo tramitadas fue cuatro veces superior a la de 2013). Adicionalmente, España está presente en todas las vías abiertas de acogimiento a refugiados y trabaja en reubicaciones desde Italia y Grecia y reasentamientos desde Turquía y otros países cercanos a zonas de conflicto, como El Líbano. Desde principios de siglo, el pueblo español ha sabido acoger con generosidad y normalidad, incluso en los momentos más difíciles de crisis, cifras de inmigración hasta entonces desconocidas y hoy continúa respondiendo en igual sentido al crecimiento de las cifras de solicitantes de asilo y refugiados.

Esa solidaridad tiene reflejo palpable en los informes sobre evolución del racismo, la xenofobia y otras formas de intolerancia en España. Seguimos avanzando hacia una mayor tolerancia y aceptación de personas llegadas desde otros países. Se observa el efecto positivo de los años de convivencia y de políticas de acogida e impulso de la integración de los inmigrantes y de los solicitantes de asilo y refugiados, políticas que tienen como objetivo transmitir y compartir nuestros valores y principios democráticos y nuestros derechos y libertades públicas para que sean realmente comunes a todos, dentro de una sociedad cada vez más rica en diversidad. El Gobierno de España aprovecha la celebración del Día Mundial del Refugiado para mostrar su reconocimiento a la sociedad española (ciudadanos, ONGs y otras entidades privadas) y a todas las Administraciones e instituciones públicas, por su implicación.