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La juez rechaza el recurso del Colegio de Arquitectos a la construcción del Centrius

El consejero de Economía asegura que sus actuaciones “eran conocidas y vigiladas por todos los procedimientos administrativos, normales y convencionales en una administración pública como la Universidad”.

Todo fueron “actuaciones regulares y legales”. Es lo que ha mantenido hoy el consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, que ha declarado ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía por su participación, cuando era vicerrector de Infraestructuras de la Universidad de Sevilla, en la adjudicación del proyecto de Centrius.

Según ha insistido tras declarar ante la Sala de lo Civil y Penal del Alto Tribunal andaluz, Arellano ha insistido en que todo se encuentra en un marco de “legalidad y normalidad” de la institución académica sevillana.

De esta forma, el ahora consejero de la Junta de Andalucía ha asegurado que sus actuaciones “eran conocidas y vigiladas por todos los procedimientos administrativos, normales y convencionales en una administración pública como la Universidad”.

En relación a las cuestiones económicas y presupuestarias, Arellano ha negado que se tratase de un caso de “menoscabo”, al tiempo que ha afirmado que es “un problema de discusión sobre asesorías técnicas que corresponden a momentos distintos en la Universidad”.

Cabe señalar que, como ha informado Sevilla Actualidad, la Universidad de Sevilla tuvo conocimiento en el día de ayer, del auto del Juzgado Contencioso-Administrativo número 11 de Sevilla en el que se declara la “inadmisibilidad, del recurso contencioso administrativo interpuesto frente a la resolución del Rector de la Universidad de Sevilla de 28 de julio de 2008 por la que aprobó la contratación de Honorarios de Proyecto preliminar de Edificio Universitario para Espacios Tecnológicos en parcela 1, zona U-1, del P.E. Cartuja” y que fue presentado por el Colegio Oficial de Arquitectos de Sevilla (COAS).

Dicho recurso está de nuevo relacionado con la adjudicación de contratos de las obras del Centro de Transferencia e Investigación de la US (CENTRIUS), que se construye en la Isla de la Cartuja.