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El Sevilla vuelve al Molinón -cuatro años después- con la obligación de pelear la victoria a un Sporting de Gijón acuciado por el descenso. El plantel de Emery es amplio y debe dar un paso adelante en el torneo de la regularidad.

Esta semana la Liga vuelve a ser lo importante. Siempre lo debe ser; pero en este caso lo es más porque es una de las últimas cinco citas -tres de ellas a domicilio- para agarrarse a las buenas sensaciones que aportan confianza y pelear la mejor plaza europea por prestigio y economía.

Dejando a un lado los ilusionantes retos pendientes, se antoja ineludible buscar de nuevo con toda la convicción la victoria fuera de casa. Aún no lograda. Quedan pocas opciones en el torneo de la regularidad pero hay que seguir intentándolo. La competición da una nueva oportunidad para borrar el dato negativo de no ganar a domilicio. La Liga siempre suma, nunca resta. Y es la que revaloriza no sólo a un once sino a un plantel amplio y competitivo. Juegue quien juegue y con independencia de que los asturianos se jueguen la vida y el Molinónno sea terreno propicio, la victoria siempre debe ser el leit motiv de un Sevilla que tiene la exigencia como norte.   

Los de Emery, aunque sea un once con piezas menos habituales, han que afrontar el partido de este miércoles en el Molinón con la ambición y la humildad de los grandes, a partes iguales, y con la certeza de que la Liga siempre tiene metas plausibles. Hay que apretar a los de arriba sin conformarse y aspirar al mejor puesto posible. Si los de Abelardo aprietan los dientes en busca de los puntos, los nervionenses deben sacar toda la intensidad requerida y centrarse en el momento presente. Todas las piezas aportan. Recuperar la dinámica ganadora y la confianza son además las bases de futuros compromisos. El Sevilla no gana en Liga desde el 13 de marzo ante el Villarreal, hace cinco semanas largas. Hay que mostrar toda la rebeldía ante esta inesperada racha. 

Los datos en el Molinón no son buenos. En las últimas siete visitas, el Sevilla cosechó cinco derrotas, un empate a uno hace casi 20 años y la victoria en 2009 (0-1) con gol de Kanouté. La última visita con derrota (el cuadro astur estuvo en Segunda) se remonta a marzo de 2012 (1-0) con gol de André Castro. No obstante, un dato actual significativo de la dificultad de los astuarianos para ganar en casa es que, en los últimos 7 partidos disputados en su feudo, sólo ganaron uno, eso sí ante el Atlético de Madrid (2-1), pero sumaron 2 empates y 4 derrotas. De hecho, el Sporting de 16 citas caseras, ha perdido 8 y empatado 4, ganando solo ante citado Atlético (2-1), Málaga (1-0), Las Palmas (3-1) y Real Sociedad (5-1). Chispazos decasta, carácter y acierto que son argumentos que deben esgrimir también los sevillistas. El fondo de armario, que los locales no tienen, es la base para dar ese paso adelante que espera el sevillismo.

Unai Emery tiene buenos números ante los asturianos. Sólo ha perdido uno de los nueve partidos que le ha enfrentado al Sporting de Gijón en la Liga: cinco victorias y tres empates. El último triunfo fue en diciembre pasado en Nervión (2-0), con dos golesdeGameiro, uno de penalti sobre Llorente y otro a pase deKonoplyanka. Un duelo en el que costó mucho derribar el férreo muro colocado por Abelardo ante su portería. El escenario puede variar muy poco este miércoles, con un rival agazapado atrás y buscando contras para sorprender al Sevilla. Lo que sí es seguro es que será un pleito muy intenso, sin ninguna concesión.

Los puñales locales a frenar -con 24 de los 33  goles sportinguistas- son Sanabria (11 goles), Carlos Castro(7), secundados por el joven talento Halilovic (3) y Jony (3), que lo ha jugado todo e intervenido en tres de los cuatro últimos goles asturianos  en Liga, con dos asistencias y el gol del empate (1-1) en Las Palmas este pasado fin de semana. Otro dato relevante es que el Sporting ha marcado cinco de sus últimos seis goles en la 2ª parte, período maldito para el Sevilla en sus seis salidas más recientes, ya que en dicho tramo encajó ocho goles. El Sevilla es además el equipo de la Liga que más remates ha sufrido (482). El dato se sustenta más en la 1ª vuelta. Los nervionenses tienen pues este nuevo reto liguero de abrir el casillero de victorias lejos de Nervión. Nunca debe ser tarde para un Sevilla que debe mostrar su ADN competitivo y dar siempre lo mejor que tiene. La Liga está ahí para demostrarlo.