De esta forma, han aprobado la propuesta de IU de retirar todas las placas y símbolos franquicias existente en este distrito.

El pleno de la Junta Municipal de Cerro Amate ha aprobado esta semana una propuesta de Izquierda Unida en la que se solicita al servicio competente del Ayuntamiento de Sevilla la retirada de todos los símbolos y placas franquista que todavía permanecen visibles en este distrito, como las que se ubican por ejemplo en la avenida Federico Mayo Gayarre o Tres Barrios.

En la moción aprobada se hace referencia a los trabajos iniciados hace ocho años por el Consistorio hispalense, al calor de la entrada en vigor de la Ley de Memoria Histórica (2007), a fin de suprimir los elementos presentes en calles y plazas de la ciudad que tienen vinculación directa con el golpe de estado militar de 1936 o con el régimen franquista posterior, y se da cuenta también del parón que éstos sufrieron durante el anterior Gobierno del PP.

“Aquel proceso quedó inconcluso, en tanto que aún se pueden ver por algunos lugares piezas que elogian o ensalzan explícitamente la dictadura franquista y que aún no han sido retirados en aplicación de dicha ley”, se explica en la moción de IU, recalcándose que “es deber de un ayuntamiento democrático impulsar la desaparición de estas placas y vestigios del entorno urbano”.

Desde Izquierda Unida valoran positivamente, por tanto, el acuerdo de la Junta Municipal de Cerro Amate y advierten de que en este mandato el Ayuntamiento ha de volver a implicarse de lleno en la recuperación de la memoria histórica, poniendo en marcha para ello una serie de políticas basadas en los principios de “verdad, justicia y reparación”, tal y como se recogía por otro lado en la moción impulsada conjuntamente por IU y Participa Sevilla y aprobada en el Pleno de octubre del año pasado.

Cabe recordar que entre los acuerdos incluidos en esa moción figuraban el inicio de los trabajos para la localización de los desaparecidos de la Guerra Civil y el Franquismo en Sevilla a través de una oficina abierta al público; la señalización de los Lugares de la Memoria; la dignificación de las fosas comunes del cementerio; la retirada de todos los símbolos fascistas que aún existen en plazas y calles; y la creación de un lugar de uso para las asociaciones memorialistas y un centro de documentación y archivo en la antigua Cárcel de La Ranilla.