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El conjunto hispalense sigue sin conocer la victoria en liga fuera de su estadio, lo que está mermando de buena manera el objetivo de optar a la cuarta plaza.

Una muñeca de trapo. Un animal indefenso. Una cenicienta. Eso es lo en lo que se convierte el Sevilla FC cuando disputa partidos en el campeonato doméstico más allá de las cuatro fachadas que encierran el césped del Ramón Sánchez Pizjuán.

Y es que no es la primera vez que el cuadro hispalense vive una situación semejante a la que está viviendo esta campaña en el torneo liguero. En 2013, y tras más de seis meses en los que no conociera la victoria como visitante, siendo la última el 24 de septiembre de 2012 ante el Deportivo(0-2) con goles de Negredo y Rakitic, el cuadro sevillano sumaba dos puntos menos incluso que los que suma actualmente a la misma altura, nueve.

Un bagaje paupérrimo, que de sigar así, y más que probablemente, le impedirá optar a la cuarta plaza a final de campaña. Un cómputo, que precisamente sorprende por ser totalmente dispar al que cuenta al disputar encuentro alguno en su feudo, en el que suma la friolera de 36 puntos cosechados, no perdiendo desde que lo hiciera el pasado 26 de septiembre ante el RC Celta de Vigo(1-2).

La última decepción, la del pasado sábado, cuando a pesar de adelantarse en el minuto 78 por medio de un lanzamiento de falta impecable del eje sevillista Éver Banega, se dejara igualar dicho tanto apenas ocho minutos más tarde. La que se unió a la acaecida hace tan sólo una semana, cuando el Rayo Vallecano levantara un 0-2 en contra para finalizar empatando el choque.

Así pues, tres son los rivales de renombre que les resta por visitar a los de Unai Emery-Real Madrid, Valencia y Athletic-, mientras que dos son los equipos que siguen inmersos en la pelea por evitar el descenso a Segunda-Espanyol y Sporting-, contra los que habrá de lidiar con el fin de inaugurar el casillero de victorias foráneas.