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La vuelta del zaguero argentino no está siendo ni mucho menos afortunada y a la polémica de que decidiera aceptar el ´16´ como dorsal, se le sumó ayer su prematura expulsión ante el Celta.

Fazio ya es uno más de la plantilla sevillista, pero su regreso está siendo tal y como fue su salida: por la puerta de atrás. El futbolista natural de Gran Buenos Aires, tras salir inesperadamente hace ya más de año y medio, vió como testigo de las pocas oportunidades que Pochettino le brindara en Londres, la opción nervionense era sin duda la que con mayor fuerza tomara en cuenta.

Así pues, hace exactamente una semana se oficializaba su llegada como cedido hasta el final de la presente campaña al conjunto sevillista. Y ésta no fue ni mucho menos esperazandora. Precisamente, en la misma presentación del futbolista albiceleste, la elección por parte del zaguero del dorsal 16 fue tomada como una total ofensa al sevillismo.

Recordemos, que era el número que lucía en su dorso el fallecido Antonio Puerta, y desde su fallecimiento, sólo el canterano Luismi lo había escogido sin opción más alguna para disputar dos encuentros de Copa del Rey, siendo motivo de veneración para todo aficionado sevillista.

Un hecho, que se une a la mala forma de la que el natural de Ramos Mejía salió del cuadro hispalense hace año y medio, de forma totalmente inesperada, así como que, el pasado domingo en el choque ante el Celta de Vigo, éste fuera expulsado apenas 24 minutos más tarde de que comenzara el duelo ante el conjunto celtiña por doble amonestación en el primero de los partidos de Fazio en su nueva andadura rojiblanca, pecando de “inexperiencia”.