Con esta medida se elimina la producción 300 toneladas de CO2 y se produce cero contaminación acústica, según un estudio de la Universidad de Sevilla.

Un estudio de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Edificación de la Universidad de Sevilla demuestra que la sustitución de los 105 vehículos que componen la flota de la Policía Local de Sevilla en la actualidad por vehículos 100% eléctricos de las mismas características y prestaciones, evitaría la emisión de más de 300.000 kilogramos anuales de CO2 a la atmósfera y supondría un ahorro anual entorno a los 10 millones de euros a las arcas municipales. En cuanto a la contaminación acústica, se dejarían de emitir en las calles de la capital sevillana alrededor de 7.000 decibelios, que es el ruido medio que producen los vehículos de este cuerpo de seguridad por toda la ciudad.

Según la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en el año 2013 en la ciudad de Sevilla se emitieron 950.000 Tn de C02, de las cuales 623.000 (el 65,6%) se debieron al tráfico rodado. De los datos públicos facilitados por el Ayuntamiento de Sevilla, se desprende que se invierten 811.093,82 euros anuales en el alquiler de la flota (toda de vehículos de combustión diésel) de la Policía Local, un alquiler que se renueva cada 5 años y que lleva asociado un gasto aproximado de carburante (gasoil) de 13.695,570 euros anuales, teniendo en cuenta el número de kilómetros recorridos al año, el consumo indicado por los fabricantes para cada modelo de coche y el coste medio del litro de gasoil.

Frente a esto, la adquisición de una flota municipal de vehículos 100% eléctricos que emiten cero gases contaminantes con cero ruidos y cuyo mantenimiento (gastos de ITV y averías) es mínimo ya que son coches que tienen un 90% de piezas menos que un vehículo diésel, supondría una inversión de 823.100 euros anuales durante los cinco años, equivalentes al alquiler actual. A esto se sumaría el consumo eléctrico que es muy inferior al precio del gasoil y más aún si la recarga se efectúa en horario nocturno donde el precio del kilovatio se reduce casi en un 50%.

“Tratamos de propiciar un desarrollo urbano sostenible de la ciudad reduciendo las emisiones contaminantes tanto de gases efecto invernadero como de ruido. Necesitamos adoptar urgentemente nuevas iniciativas para luchar contra la crisis medioambiental que estamos sufriendo donde el transporte es el segundo gran productor de gases de efecto invernadero (después del sector energético) además de otros gases nocivos para la salud pública”, explica Mario Barrera Paquilla, autor de este Trabajo Fin de Máster en Gestión Integral de la Edificación de la Universidad de Sevilla.

Otra de las medidas que propone este estudio es aprovechar la tarifa eléctrica supervalle (nocturna) para efectuar la recarga de los vehículos de modo que el ahorro en el consumo eléctrico de todos los vehículos de la Policía Local ascendería a unos tres millones de euros al año respecto a la tarifa eléctrica normal (de día). “No sólo conseguiríamos este ahorro, sino que durante la noche los enchufes de recarga eléctrica se aprovecharían del excedente energético que se desperdicia cada día debido a que en esa franja horaria se produce más energía de la que se consume y el sobrante no se puede almacenar”, añade Barrera.

Por su parte, el profesor de la Universidad de Sevilla y director de este trabajo, Isidro Cortés, defiende que “lo importante es concienciar a la sociedad de la repercusión que tiene para nuestro confort y salud urbana la eliminación de energías con alta producción de contaminantes, sustituyéndolas por otras que emitan la menor cantidad posible de CO2 y la mínima repercusión acústica en nuestras calles. Este estudio demuestra que los beneficios ecológicos y económicos son inmediatos y que la extrapolación a otras flotas de vehículos urbanos, sean públicos o no, supondría una instantánea mejora en la calidad de vida de los ciudadanos de Sevilla”.

Los vehículos 100% eléctricos elegidos tienen una autonomía media de 200 kilómetros sin necesidad de recarga, cantidad que duplica los kilómetros que recorre a diario un agente de la Policía Local de Sevilla. Algunas empresas municipales como Lipassam ya han comenzado a incorporarlos en su flota.