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Es objetivo principal del Consorcio es acelerar la traslación del conocimiento generado en productos y procesos para su utilización en los campos de la biomedicina y biotecnología.

Investigadores de la Universidad de Sevilla participan en una red europea de investigación sobre autofagia con aplicaciones en salud, agricultura y energía, liderada por la doctora Caty Casas de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Las redes COST (European Cooperation in Science and Technology) de la Unión Europea fomentan la creación de consorcios internacionales de investigación a partir de proyectos con financiación nacional, con una duración de cuatro años. En concreto, en la red europea en Investigación y Transferencia de Conocimiento sobre Autofagia ‘Transautophagy’, participan 172 investigadores de 24 países.

La autofagia es un mecanismo esencial para la estabilidad celular que controla el balance adecuado de nutrientes y elimina los elementos dañados o sobrantes del interior de la célula, como las proteínas malogradas e incluso microorganismos invasores.

Los expertos prevén adelantos biomédicos en prevención, diagnóstico y terapia en varias patologías como el cáncer y la neurodegeneración, así como adelantos en la mejora de la calidad de vida relacionados con la alimentación y las fuentes alternativas de energía limpia. El consorcio servirá de plataforma para favorecer la colaboración e intercambio de conocimiento entre empresas e investigadores de varias disciplinas.

La red ‘Transautophagy’ organizará talleres y congresos para fomentar la investigación colaborativa y multidisciplinar, promoviendo la creación de vínculos entre los diferentes participantes y sobre todo con las empresas que también participan como Anaxomics, Prous Instituto, Vivía Biotech o Algaenergy entre otras.

Asimismo, la red potenciará la innovación abierta como herramienta para la resolución creativa de problemas, ofreciendo oportunidades para investigadores jóvenes y fomentando la igualdad de género. Es objetivo principal del Consorcio es acelerar la traslación del conocimiento generado en productos y procesos para su utilización en los campos de la biomedicina y biotecnología. La red también persigue aumentar la divulgación y transferencia de los resultados a la sociedad.

Los resultados podrán tener aplicaciones clínicas a largo plazo como agentes antitumorales, o neuroprotectores, por ejemplo, así como aplicaciones en el aprovechamiento de plantas y microorganismos para cultivos eficientes y como fuente alternativa de energía.