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Liberado un anciano que vivía encerrado en un palomar

La víctima que fue encontrada desnuda y tumbada en un colchón a la intemperie se encuentra hospitalizada. El equipo médico que ha atendido a la víctima dicen que «su estado de salud está pendiente de evolución».

Agentes de la Policía Nacional liberaron ayer, martes, 29 de diciembre, en la localidad sevillana de Dos Hermanas a un hombre de 59 años al que sus hermanos obligaban a vivir encerrado en un cuarto de tres metros cuadrados en condiciones deplorables. Su hermano de 76 años y su hermana de 61 años encargados de su cuidado fueron detenidos por hechos calificados por la Policía Nacional como delitos contra la integridad moral, de malos tratos en el ámbito familiar y detención ilegal. Hoy están en libertad con cargos después de haber sido entregados previamente a la autoridad judicial, según fuentes policiales.

La víctima que fue encontrada desnuda y tumbada en un colchón a la intemperie, se encuentra hospitalizada. El equipo médico que ha atendido a la víctima dicen que «su estado de salud está pendiente de evolución».

Las investigaciones comenzaron tras la recepción de una llamada en la Sala del 091. Un hombre en estado ebrio se encontraba causando molestias en un establecimiento de la localidad sevillana de Dos Hermanas.

Al llegar al lugar, los agentes encontraron a un hombre de 76 años en gran estado de embriaguez, quien voluntariamente fue acompañado a su domicilio por los policías. Una vez en el interior de la vivienda, observaron una puerta al final de un pasillo cerrada con una cadena tipo pitón y un candado, lo cual llamó la atención de los agentes.

Tras preguntarle al hombre, les manifestó que ahí vivía su hermano, que tenía problemas mentales y por su seguridad lo mantenían aislado.

Asimismo se encontraba en la vivienda otra hermana de 61 años, la cual les dijo a los agentes que ella se encargaba de procurarle a sus hermanos alimento, higiene y medicamentos. Además les dijo que debido a sus problemas mentales mantenían aislado a su hermano, cuya pensión de 1.000 euros mensuales administraba ella misma

Debido a la extraña situación que presenciaron, los agentes solicitaron a ambos hermanos que abrieran la cadena y la puerta para poder comprobar el estado de su hermano. Una vez la atravesaron, encontraron otra puerta con una traviesa de madera encajada que impedía el acceso.