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Han desarrollado un método no invasivo para predecir qué embrión es el que tiene el mayor potencial en los tratamientos de fecundación in vitro.

Expertos de la Universidad de Sevilla han dado un paso más en el estudio del papel de una proteína, la leptina, en la función reproductora de la mujer. Hasta ahora se conocía que dicha proteína está implicada en la regulación del peso y del tejido adiposo (grasas) del cuerpo humano, pero ahora demás se ha demostrado que interviene directamente en la reproducción femenina y que podría usarse como un nuevo marcador a la hora de seleccionar los embriones más idóneos en un tratamiento de fecundación in vitro.

Según el registro FIV-ICSI de la Sociedad Española de Fertilidad, el 19% de las parejas españolas tienen algún problema de fertilidad y menos del 35% de los ciclos de reproducción asistida llegan a término con éxito.

La leptina participa en la regulación hormonal que a su vez regula la función reproductora de la mujer, la ovulación, el desarrollo del ovocito una vez fecundado, y la implantación del embrión en el útero. La leptina también es fundamental para la formación de la placenta y durante el embarazo regula el crecimiento del feto hasta su nacimiento.

En un estudio publicado en la revista Clinical Chemistry and Laboratory Medicine el grupo de investigación ‘Bioquímica médica’ de la Universidad de Sevilla hace una revisión de cómo interviene esta proteína en todo este proceso.

Esta investigación se está llevando además a la práctica en un proyecto en colaboración con la clínica IVIS de Sevilla para la fecundación in Vitro, del cual es investigador principal el Dr. Manuel Fernández Sánchez, director de la clínica.

El éxito de una técnica de reproducción asistida es el nacimiento de un niño único y sano. Se pueden considerar distintos grados de fracaso: la no gestación, el aborto, o la gestación múltiple. Aumentar la tasa de éxito de las técnicas de reproducción asistida implica aislar y cultivar los gametos y embriones de la mejor manera, distinguir su potencial y transferir en condiciones óptimas uno o dos embriones. Sólo la transferencia de un único embrión puede disminuir el riesgo de un embarazo múltiple. Así, el único método que dispone el médico para elegir el mejor embrión es la observación y escrutinio de los embriones disponibles, pero hasta ahora no existe ninguna técnica para valorar morfológicamente y genéticamente los embriones por sí mismos que no sea costosa o agresiva para éstos.

El objetivo del proyecto ha sido predecir la calidad de los embriones y conseguir aumentar las posibilidades de implantación con éxito en la mujer. Para ello se estudian marcadores (proteínas que sirven para evaluar alguna situación biológica), producidos por el propio embrión, una vez que el ovocito está fertiliado y antes de ser implantado. Es durante este proceso de cultivo in vitro, conocido como desarrollo preimplantacional, cuando se determinan analíticamente los marcadores proteicos producidos por el mismo embrión, en el propio medio de cultivo y sin llegar a tocar en ningún momento el embrión, para confirmar si su desarrollo está siendo el adecuado o no. De esta forma se conseguirían nuevos parámetros de predicción de un embarazo exitoso.

Para ello los investigadores de la Universidad de Sevilla han analizado los niveles de leptina en el medio acuoso en el que se cultivan durante cinco días los pre-embriones antes de ser transferidos a la mujer y así seleccionar los embriones con más posibilidades de implantarse en el útero para luego generar la placenta y aprovechar los nutrientes de la madre para un óptimo crecimiento del futuro bebé.

Los resultados de dicho estudio intentan predecir atendiendo a los niveles de leptina, la calidad del embrión en cuanto a las probabilidades de implantación.

“Tener en cuenta estos valores puede mejorar los tratamientos de fecundidad y disminuir el porcentaje de error ya que se discriminarían los embriones que ya de antemano sabemos que no van a desarrollarse”, comenta el responsable de la investigación, el catedrático de la Universidad de Sevilla Víctor Sánchez Margalet.

Diabetes gestacional

En colaboración con el profesor de la US, José Luis Dueñas, este grupo de investigación ha realizado otro estudio en el que señalan la importancia de la leptina en la fisiopatología de la diabetes gestacional, patología en la que el tamaño del feto aumenta de manera aberrante y pone en peligro tanto su vida como la de la madre.
Este tipo de diabetes suele aparece en el tercer trimestre de embarazo y se incrementa conforme van avanzando los meses.

“Tener los niveles de leptina demasiado altos es uno de los factores que pueden producir este sobrecrecimiento y que afecta también al trofoblasto, que es la capa más importante de la placenta porque regula el intercambio de nutrientes con la sangre de la madre”, explica el profesor Sánchez Margalet.