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González Rojas confía en que el diálogo anunciado por el Gobierno municipal con los comerciantes dé pronto «resultados» y no se quede solamente en un diagnóstico de la situación.

El portavoz municipal de Izquierda Unida en Sevilla, Daniel González Rojas, ha visitado este viernes la plaza de abastos de la Encarnación para conocer, de primera mano, las reclamaciones y los problemas que sufren los comerciantes de este céntrico mercado de la ciudad.

En este marco, Rojas ha señalado que desde su grupo político acogen «con esperanza» el diálogo anunciado por el alcalde, Juan Espadas, y la delegada del ramo, Carmen Castreño, con este colectivo, aunque advierten que este proceso «no puede quedarse sólo en un mero diagnóstico general de la situación” y abogan por “acometer, de una vez por todas, las pequeñas obras que se necesitan para solucionar las dificultades del día a día».

Al margen de los problemas comunes que afectan a los mercados de la capital relacionados con la limpieza de las instalaciones, los sistemas de refrigeración o la maquinaria, en el caso concreto de la Encarnación el principal inconveniente es el de la accesibilidad. Y es que, como recuerdan los placeros, «faltan puertas visibles y las que hay no cumplen con los requisitos mínimos para personas de movilidad reducida».

«Cualquier turista o sevillano que pasee por aquí y no conozca el mercado lo tiene muy complicado para poder entrar», ha alertado el portavoz de la formación de izquierdas, quien apuesta por «mejorar la señalización y los accesos a la plaza» así como por eliminar las barreras arquitectónicas que hacen de esta plaza de abastos «un sitio incómodo para la compra».

Rojas considera que se hace urgente atender las pequeñas demandas de una actividad “tan importante” en el tejido socio-económico de la capital hispalense, como es la que se desarrolla dentro y fuera de sus mercados. Por eso, ha instado al Gobierno de Espadas a tomarse en serio esta cuestión y a priorizar el abordaje de las deficiencias estructurales que éstos arrastran para recuperar, más pronto que tarde, la plaza de abastos como elemento fundamental de la vida de los barrios sevillanos.