FCC y Bankia han acordado vender Globalvía -hasta ahora propietaria del 88% de las acciones de Metro de Sevilla- al fondo de Malasia Khazanah Nasional Berhad por 420 millones de euros.

FCC y Bankia han alcanzado un acuerdo con el fondo de inversiones estratégicas del Gobierno de Malasia Khazanah Nasional Berhad para la venta del 100% de las acciones de Globalvía Infraestructuras por un importe que podría alcanzar los 420 millones de euros, según ha informado FCC en su página web.

Globalvía era la propietaria del 88,24% de las acciones de Metro de Sevilla y FCC y Bankia son propietarias de la concesionaria al 50%. Globalvía compró a Sacyr y ACES sus acciones en Metro de Sevilla en 2014 por 119 millones de euros. La Junta de Andalucía, a través de la Agencia de Obra Pública fijó su participación en  el 11% del accionariado de Metro, porcentaje que conservará ahora tras la nueva venta.
 
El acuerdo se estructura en un pago de 166 millones de euros y otro diferido que podría alcanzar 254 millones de euros, incluidos los intereses correspondientes a este aplazamiento.  La venta de Globalvía ha contado con el asesoramiento financiero de JPMorgan y Macquarie y legal, de Hogan Lovells.

CCOO pide más peso público

CCOO de Sevilla ha mostrado su preocupación porque «una infraestructura clave para el funcionamiento de la capital, como es el Metro de Sevilla, haya quedado en manos de un fondo de inversión vinculado al Gobierno de Malasia y con solo un 11 por ciento de presencia de la Junta de Andalucía».

En una nota, CCOO considera que «una infraestructura esencial debería contar con mayor peso de Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Sevilla, que actualmente está sin representación». CCOO de Sevilla pide a ambas administraciones que «se sienten, cuanto antes, con los nuevos propietarios para tratar el futuro de este medio de transporte esencial para la ciudadanía». El sindicato pide a los nuevos propietarios que «piensen en el interés común y que las decisiones relevantes para Sevilla no se tomen desde Kuala Lumpur, a más de 11.000 kilómetros».      

El sindicato se ha mostrado preocupado porque las decisiones que atañan a Metro de Sevilla, y que son de un enorme peso para el desarrollo de la ciudad, «puedan tomarse desde Kuala Lumpur, a más de 11.000 kilómetros de distancia, y no desde Sevilla, pudiendo quedar en un segundo plano el interés común de los sevillanos».

Para CCOO de Sevilla, el Metro «debe estar al servicio de la ciudadanía y no vinculado a la obtención de beneficios económicos por parte de un fondo de inversiones». Por eso, el sindicato siempre ha apostado por aumentar la presencia pública dentro de los organigramas de empresas «tan relevantes para la ciudadanía como éstas».

CCOO de Sevilla ha asegurado que se mantendrá vigilante para que las condiciones laborales de los trabajadores de Metro de Sevilla se respeten.