El informe de la Guardia Civil asegura que el derrape que derivó en el accidente sería achacable al conductor imputado y no a un fallo del coche.

Así, la Guardia Civil considera que el joven de 30 años imputado por el atropello mortal de una mujer de 41 años de edad ocurrido el pasado mes de abril en la calle Santa Fe de Sevilla circulaba a una velocidad «excesiva» o «inadecuada» y eso provocó el derrape del vehículo que terminó con el atropello.

Según ha informado agencias, el informe apunta como causas de dicho derrape, a un uso «brusco e inadecuado» de los frenos. Los agentes dicen que no consta que se accionasen y a un manejo «incorrecto» del volante, pues «se detecta un giro brusco del mismo».
Los agentes aluden al uso «brusco y excesivo» del acelerador y a una velocidad «excesiva» e «inadecuada».

A juicio de los agentes, dicho derrape previo al siniestro mortal «no se produjo como consecuencia de una causa mediata» achacable a un fallo en el vehículo, un BMW320, sino por una causa «inmediata» atribuible a un factor humano imputable al conductor, en libertad con cargos desde el 6 de mayo.

De su lado, la Policía Local también elaboró un informe tras el siniestro en el que, una vez analizadas las imágenes captadas por unas cámaras situadas en un bloque cercano al lugar del accidente, concluye que en las mismas se ve a un vehículo BMW circulando por el carril derecho de Virgen de Luján en dirección hacia Santa Fe, «a una reducida velocidad, como deteniéndose».