Hoy desde primera hora de la mañana el aeropuerto San Pablo de Sevilla ha recibido a las familias de acogida de niños saharauis que participan en el programa ‘Vacaciones en Paz’.

El vuelo, previsto para las 7:30 de la mañana, ha aterrizado con retraso, prolongando la espera y las labores del equipo de voluntarios y voluntarias de la Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui de Sevilla (APSS) que, además, estaban participando desde la mañana de ayer en la huelga de hambre en cadena de apoyo a Takbar Haddi.

En este primer día, más de 100 menores, de 8 a 12 años, han llegado a la capital andaluza desde los campamentos de población refugiada de Tinduf, para pasar los próximos dos meses en nuestra provincia, lejos de su difícil realidad cotidiana. La semana que viene llegará el último grupo de menores.

A pesar de la crisis, la provincia de Sevilla ha contado con nuevas familias que por primera vez han decidido vivir la experiencia inolvidable de acoger a un niño o niña saharaui.

El objetivo de ‘Vacaciones en Paz’ es evitar que los menores soporten un verano de carencias sanitarias, nutricionales y vitales en un árido y pedregoso desierto a más de 50 grados de temperatura, además de sensibilizar a las familia sevillanas sobre la realidad saharaui, haciéndoles vivir una experiencia solidaria enriquecedora donde los más jóvenes, y también los mayores, convivirán con otra cultura y otra realidad social. Por ello, la AAPSS ha llegado a un acuerdo para que los menores puedan tener asistencia odontológica, con la Fundación Luis Seiquer y la Clínica Dental Odontología Natural, y oftalmológica, con la Clínica Baviera y el convenio Ruta de la Luz.

Durante el programa de vacaciones, todas las familias y colaboradores se reunirán en una serie de actos colectivos, como las visitas a Isla Mágica, a Mamá Goye, al Acuario de Sevilla, al Parque Central de los Bomberos  –entidades, entre otras, que colaboran con el proyecto- y  la manifestación popular del 4 de julio que recorrerá el centro de Sevilla hasta la Puerta de Jerez para visibilizar la inhumana situación que vive la población saharaui desde hace 40 años.