1.098 kilos de merluza y 715 de chirlas inmaduras se han interceptado como fruto de las constantes inspecciones en materia de calidad alimentaria.

Guardias Civiles de la Patrulla del Seprona de la Comandancia de Sevilla conjuntamente con Inspectores de Pesca de la Junta de Andalucía, han incautado más de una tonelada de merluza inmadura y también 715 kilos de chirla, con talla inferior a la permitida entre los meses de mayo y lo que va del mes de junio. 

Igualmente, los agentes cuya misión consiste en dar una respuesta policial a la normativa sobre calidad alimentaria, han detectado que en estos casos, la procedencia de estos alimentos es desconocida, no existiendo factura o albarán que acredite su origen, así como etiqueta que permita establecer su trazabilidad, con la agravante de que los vehículos implicados presentaban deficiencias o directamente resultaban  no aptos para el transporte de alimentos perecederos.

Fruto de estas actuaciones y dispositivos permantentes en materia de calidad alimentaria, el pasado día 18 de mayo se interceptó una furgoneta en la localidad de Benacazón que contenía 438 kilos de merluza con talla inferior. En la madrugada del día 18 de junio, en la A-49 se inspeccionó un vehículo con  660 kilos de merluza inmadura y en la madrugada del día 20, a la altura de Puerto Ooeste en Sevilla también se incauta la cantidad de 715 kilos de chirla en un camión.

Por parte de la Guardia Civil, se procedió a tramitar las correspondientes denuncias administrativas a la Ley de Pesca Marítima del Estado. El material perecedero fue incautado, transportado y depositado en la cámara frigorífica de decomiso del barranco de Mercasevilla, siendo su destino final el banco de alimentos.