Desde el pasado mes de agosto este viario ha sido sometido a una reurbanización integral.

La calle Almirante Lobo ha quedado este lunes definitivamente abierta al tráfico, tanto peatonal como rodado, según ha informado el Ayuntamiento, según el cual los trabajos de reurbanización acometidos se encuentran ya prácticamente terminados.

Desde el pasado mes de agosto, fecha en que comenzaron las obras, este viario ha sido sometido a una reurbanización integral, que ha permitido la renovación de todas las redes de servicio, así como dotar de una nueva configuración a la calle, en la que se han ampliado considerablemente los acerados, de manera que ahora cuenta con un carácter más peatonal. En relación a las infraestructuras, se han sustituido las redes de agua, alcantarillado y alumbrado público y, se ha introducido un nuevo sistema de recogida de basuras, mediante la instalación de contenedores soterrados.

El proyecto técnico desarrollado ha incluido también la renovación del arbolado, de modo que se han plantado 44 nuevos ejemplares de árboles, de las especies naranjo y robinia rosácea, toda vez que este proyecto estuvo envuelto en una intensa controversia al incluir la tala de 12 de los árboles con los que contaba esta calle, siendo trasplantados otros 14.

El Ayuntamiento, en ese sentido, defiende que la calle cuenta ahora con 18 árboles más que los 26 plátanos de gran porte que antes poblaban esta vía, si bien los nuevos ejemplares tendrán que crecer para ganar tronco, robustez y ramaje.

Además de los nuevos árboles, la calle Almirante Lobo muestra ahora «nuevas farolas, de estilo fernandino», y nuevos bancos de fundición, acordes con el entorno monumental en que se localiza esta vía del Centro Histórico.

Además de la reordenación de este viario, el Ayuntamiento ha reconfigurado también el tramo de acerado que se extiende desde Almirante Lobo a la calle Santander, a lo largo del Paseo Colón, por delante del edificio de Previsión Española. En este punto, se ha ensanchado ostensiblemente el acerado, se ha formalizado un espacio para aparcamiento para motos, y se han colocado bancos. El conjunto de la intervención ha tenido un coste de 665.000 euros.

A pesar de las dificultades encontradas durante la ejecución de las obras, derivadas de la necesidad de acometer trabajos de carácter arqueológico, el Ayuntamiento ha logrado culminar satisfactoriamente los trabajos de reurbanización, de manera que la calle va a quedar totalmente operativa y abierta al tráfico antes de la celebración de la Semana Santa.