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Esta semana tendrá lugar la reapertura de puntos neurálgicos de la ciudad que han sido renovados durante este verano.

El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, ha anunciado la apertura este lunes de la calle Alfonso XII, «con gran satisfacción de todos por ver cómo ha quedado toda la renovación» de la vía, mientras que el miércoles abrirá también San Pablo, finalizando así las «dos grandes obras realizadas este verano».

Zoido ha realizado este anuncio tras visitar, junto a los vecinos de la zona, el barrio de San Julián, donde esta semana comenzará la obra de ampliación del acerado de la calle Santa Lucía, en el tramo de los impares, una actuación que durará un mes y para la que no será necesaria cortar la calle, aunque sí reducir el número de vehículos aparcados con el objetivo de facilitar la realización de la obra.

Esta medida, que completa los trabajos de ampliación realizados en la acera contraria hace un año, se acomete con cargo al presupuesto del distrito y «atendiendo a una petición vecinal». Así, se duplicará el espacio para facilitar el tránsito con carros y carritos y se eliminará la doble final. Además, se acometerá también el rebaje del acerado de la calle Marteles, esquina con la calle Sol.

El alcalde asegura que estas actuaciones se han ejecutado ya 23 reparaciones en el acerado de las calles Aceituno, Enladrillada, Madre Dolores Márquez, Madre Isabel de la trinidad, Maestro Quiroga, Pasaje Mallol, Pelícano, Ronda de Capuchinos, San Hermengildo, San Julián, Santa Lucía y Siete Dolores de Nuestra Señora. También, se han llevado a cabo ocho reparaciones de calzada en las calles Hiniesta, Juzgados, Pasaje Mallol y Alcántara.

Por otro lado, se han instalado nuevos bolardos en las calles Duque Cornejo, Hiniesta, Juzgados, Lira, Sorda y Enladrillada; mientras que se han repuesto o reparado otros en Duque Cornejo, Enladrillada, Fray Diego de Cádiz, Hiniesta, Lira, Pasaje Marqués de Esquivel, San Hermegildo, San Julián, Siete dolores de Nuestra Señora y Vergara.
Según Zoido, también se ha atendido la solicitud de los vecinos de cambiar la ubicación de los contenedores del lateral de la iglesia de Santa Marina y de los de reciclaje de vidrio y papel junto a San Hermenegildo para no «afectar» la visión de ambos monumentos.