El portavoz municipal del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Sevilla, Juan Espadas, ha presentado este lunes su candidatura para ser designado en las primarias del PSOE como alcaldable.
Espadas ha definido su proyecto como «ambicioso, con fuerza y coherente, el de la Sevilla metropolitana, ante la necesidad de un cambio en la ciudad, víctima del gran engaño de Juan Ignacio Zoido, un político que ha fracasado y ha perdido el tiempo como líder del PP-A y ante el que los ciudadanos se sienten decepcionados y hartos de confrontación».
El socialista ha estado arropado por los concejales hispalenses y por una representación de cada uno de las once agrupaciones sevillanas de su formación, Espadas, tras un largo aplauso, ha subrayado que se presenta con la «satisfacción del deber cumplido», ya que en su momento dijo que estaría estos cuatro años ejerciendo su papel de oposición para «recuperar la confianza y establecer una alternativa de gobierno», algo que considera que ha sabido hacer «manteniendo y acrecentando» el apoyo de las agrupaciones que componen el PSOE.
El portavoz, que no se ha mostrado preocupado por el surgimiento de otras formaciones políticas, a las que ha mostrado su respeto, ha considerado que, «a diferencia de otros», ha estado cuatro años recorriendo la ciudad y puede pedir el voto al sevillano «con la cabeza alta». «Se trata de confianza, no de especulaciones o de opciones. Te presentas para ser alcalde y ganar y no para pactar. No tenemos recelo ni miedo alguno», ha sentenciado Espadas, que se muestra abierto a debatir propuestas, tras recordar que la situación de la política actual es el reflejo de los problemas de la gente.
En este marco, ha valorado el desarrollo de este proceso de primarias «abierto y participativo», donde los 3.000 militantes de base hispalenses tendrán «la última palabra» ante unos candidatos que podrán presentar sus propuestas hasta el día 6 de octubre. Espadas se presenta así para ser el candidato del partido «que va a ganar las elecciones, que ha gobernado y transformado la ciudad, que ha reconocido sus equivocaciones y que tiene ambición, sangre y fuerza para cambiar la realidad de la ciudad y entrar en los barrios donde el PP no entra y que dejarán de ser de primera o de segunda».
«Zoido ha caído en las cosas que criticaba, quedando para hacerse muchas fotos, con demasiada prepotencia y muchas mentiras, mientras que ha dado la espalda al empleo y la vivienda, a la par que ha estado asfixiando a los ciudadanos con las tasas y ha desmantelado las actuaciones en los barrios, a los que dice que no hay dinero pese a que después presume de superávit», ha criticado.
Promesas de gasto
Juan Espadas ha querido desbancarse de las políticas ejercidas estos cuatro años por el Partido Popular en el ayuntamiento y ha incidido en que quiere una institución «fuerte, que sea capaz de priorizar el gasto, que tenga claro el mapa de la ciudad sin maquillar la realidad y que devuelva al consistorio la capacidad de dar respuestas que el PP ha ido reduciendo porque prefiere la gestión privada», mencionando en este aspecto la «privatización» del deporte, equipamientos públicos «regalados a las empresas para que hagan negocio», mientras que apuesta porotorgar a los delegados de Distritos más funciones además de «dar sólo vueltas».
La zona azul también ha tenido cabida en el discurso de Espadas, en el que ha prometido una movilidad que «no esté marcada por la voracidad recaudatoria». El socialista deja claro que quiere ser el alcalde que la ciudad necesita, «el que escucha, que rinde cuentas a los sevillanos, con un proyecto ambicioso y no reservón y rancio».
Además, ha insistido en que apuesta por ayudar al comercio y a los polígonos industriales y aboga por liderar un proyecto «nuevo y ambicioso, el de la Sevilla metropolitana, en vez de que haya más y más superficies comerciales, con un Zoido que ha tirado la toalla por que no tiene ideas». «Quiero desbloquear proyectos, pero de verdad, proyectos con la Junta de Andalucía, como la Ciudad de la Justicia o el metro, decidiendo como lo queremos y su financiación, sentándonos sin confrontar».