Los profesionales que integran el equipo de Vigilancia de la Salud del Hospital Universitario Virgen del Rocío han recibido un premio en las V Jornadas de Prevención de Riesgos Laborales celebradas en Osuna. El trabajo galardonado es un póster que presenta un estudio sobre la distribución de las adaptaciones de puestos de trabajo por sexo, edad, ocupación y servicios en todos los centros. Hoy se celebra el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo.

El Comité Científico de este encuentro valoró más de 40 trabajos, elaborados por unidades de prevención del SAS de toda Andalucía, que abarcaban un amplio espectro desde agresiones, el covid-19, situaciones de estrés, simulacros de emergencia, o vacunación. El estudio presentado por el equipo del Virgen del Rocío ha presentado un análisis descriptivo de las 730 adaptaciones de puestos de trabajo en vigor hasta el 31 de diciembre del año pasado de Trabajadores Especialmente Sensibles, excluyendo en estos datos las generadas por embarazo y lactancia. Esto supone un 7,29% del total de la plantilla y señala un mayor número de casos entre mujeres.

La Adaptación del Puesto de Trabajo (APT) persigue conciliar la demanda de trabajo con la aptitud funcional del trabajador cuando este sufre un problema de salud, o bien su capacidad de adaptación al trabajo se ve alterada por una carga de los riesgos. Entre los profesionales que más probabilidades tienen de presentar una readaptación de puestos se encuentran los técnicos en cuidados auxiliares de enfermería, las enfermeras especialistas, personal de lavandería, peluqueras y técnicos de radiodiagnóstico.

La mayoría padecen dificultades ligadas al envejecimiento. De este modo, los autores del trabajo definen como imprescindible actuar tanto a nivel primario mediante campañas de promoción de la salud, como a nivel secundario, mediante la correspondiente vigilancia del estado de la salud de los trabajadores con altas demandas físicas y mentales. Y también de manera general sobre aquellos con más de 40-50 años.

Además, proponen catalogar las variables implícitas de los requerimientos de la tarea, de la ocupación en general y de cada trabajador en particular. Esto les permitiría establecer niveles de demanda o exigencia para analizar las posibles adaptaciones que se produzcan.