En noviembre de 2013 los vecinos de las barriadas cercanas a la SE-30 denunciaban el exceso de ruido que sufrían a causa de la vía.
Al fin el Ayuntamiento de Sevilla ha escuchado las plegarias de los vecinos de la Ronda Urbana Norte y ha adjudicado los trabajos para aplicar un nuevo asfalto, el cual reducirá hasta un 75 por ciento el ruido de la SE-30.
La Plataforma Run Sevilla junto a la Plataforma por el Derecho al Descanso han mantenido una lucha constante contra la contaminación acústica que el tráfico rodado provoca en esta zona. Tres años después de que el pleno aprobara por unanimidad, al fin, la Gerencia de Urbanismo formalizó el pasado jueves el contrato para la mejora de la pavimentación en el tramo comprendido entre el nudo de la Gota de Leche y la rotonda del Berrocal.
La empresa encargada para esta mejora será Aglomerados Los Serrano que tendrá un presupuesto de medio millón de euros. Se aplicará unas mezclas asfálticas que reducirán el ruido de tráfico rodado hasta un 75 por ciento en el tramo situado entre el paso inferior de la Rotonda del Berrocal y la intersección con la avenida de Pino Montano.
El segundo tramo de actuación, que va desde este último punto hasta el nudo de la Gota de Leche, no sólo se aplicará este asfalto «anti-ruido» sino que además se eliminarán las grietas y desperfectos.
La obra estaba proyectada para este verano pero, finalmente, la adjudicación se ha retrasado y el inicio de las actuaciones se realizará en las próximas semanas.
Más de tres años de espera
Los vecinos de la Ronda Urbana llevan años solicitando estas medidas de insonorización al Consistorio hispalense, incluso la Plataforma Run Sevilla recogió firmas en Change.org para que el Gobierno municipal ejecutara lo pactado en el pleno.
Para demostrar que su situación es «límite» los vecinos decidieron realizar una serie de mediciones de ruidos en varios puntos de la SE-30. Estas mediciones arrojaron unos resultados «alarmantes» y es que los residentes de la zona sufre un impacto acústico que ronda los 80 dBA de promedio. Por lo que la contaninación acústica es de «mala» a «muy mala».