En una semana podría completarse el proceso de llenado que se ha iniciado este fin de semana, y por el que la infraestructura recogerá hasta 250.000 metros cúbicos de agua. Gracias a ella, la capital podrá recibir a partir del próximo año al 90% de los barcos que navegan por todo el mundo, muchos de ellos cruceros turísticos.

Sevilla Actualidad. Es el primer paso para la mejora de los accesos marítimos al puerto y, gracias a él, se podrá recibir “más del 90% de los barcos” desde finales de este mismo año. Es lo que supone la inundación de la nueva esclusa, proceso que este fin de semana, al fin, se ha iniciado.

Porque el Puerto de Sevilla ha comenzado a cubrir los 250.000 metros cúbicos de agua que tiene de cabida la infraestructura. Una cantidad, además, que se espera se alcance esta misma semana.

Lo cierto es que esta nueva esclusa viene a sustituir una estructura previa de 60 años, “obsoleta tecnológicamente en estructura”, según ha reconocido el propio presidente de la Autoridad Portuaria, Manuel Fernández. Gracias a ella, además, considera que se ha ganado un “terreno muy importante en actividades económicas e industriales del futuro», puesto que «cualquier empresa se puede instalar en esta zona», hecho que ya ha sido constatado por «muchas empresas que han mostrado ya interés por trasladarse» al lugar.

Y es que, la nueva esclusa tiene 20 metros de profundidad, 40 de anchura y hasta 440 de longitud. Ello la convierte en “la quinta del mundo en construcción”, como recuerda el jefe de la obra, Antonio Mora. Una infraestructura que se sitúa al mismo nivel de las de Holanda y Bélgica, “a pesar de que este río es más pequeño que los del centro de Europa”.

Llenado de 160 litros por segundo

Además, y como añade el presidente de la Autoridad Portuaria, «forma parte del perímetro de cierre del muro de defensa de la ciudad», por lo que, para lograr este propósito, «se dragarán los muros de contención de tierra de los dos extremos del cuenco de la esclusa», que tienen más de 450 metros, para que «entre de forma natural el agua del río», de manera que tengan cabida barcos de mayor calado de los que hasta ahora han llegado al puerto.

Mora hace, también, alusión al llenado de la esclusa y a la celeridad con la que se inundará de agua al comunicar que se cubrirá un metro y medio cada 24 horas –hasta 160 litros por segundo-, a un ritmo hasta que se consiga igualar el nivel del río. Así, una vez que las dragas retiren material, traerán las puertas con remolcadores y «con una grúa se colocarán las puertas para posteriormente poner los tableros de los tres nuevos puentes con los que contará el lugar».

Con todo, y para identificar el resultado del proyecto, la esclusa de Bélgica es el mejor modelo, tanto «en las puertas y puentes», que serán «de una altura similar al del Alamillo», según el presidente del Puerto. Así, para su construcción se harán necesarios 20 millones de kilos de acero por dragado, cinco millones de kilos de tablestaca, tres millones y medio de kilos de acero que se empleará en puertas y tres millones de kilos del mismo material que se empleará en los tres puentes.

Bienvenida al turismo de crucero

El alcalde de la ciudad, Alfredo Sánchez Monteseirín, no quiso faltar al inicio de la operación de llenado de la esclusa, una infraestructura extraordinaria que dará “muchas posibilidades de negocio”, llegó a decir.

Y es que, su coste también es extraordinario. Su presupuesto alcanza los 240 millones de euros, en los que se incluye el proceso de dragado. Su objetivo no es otro más que el que «se puedan recibir los grandes cruceros que ahora no pueden llegar al puerto como consecuencia de que la antigua esclusa no lo permitía», en palabras de Monteseirín.

Además, añadió, «hay que tener muy en cuenta la llegada de cruceros desde el punto de vista turístico, pero también desde otros muchos aspectos económicos», pues según dijo, «no debe olvidarse que cuando se termine la obra van a llegar más del 90% de los barcos», cuando en estos momentos llega «un porcentaje ínfimo en relación a las posibilidades que hay», apostilló.

Amén de la importancia de esta construcción, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el CSIC, estudia ya “90 millones de datos”, en palabras de Fernández, acerca de los aspectos de salinidad, velocidad de la marea y situación de la flora y fauna, afecciones todas ellas de la esclusa al Medio Ambiente.

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Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...