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El Ayuntamiento amplía en 200 plazas la zona azul

‘Azul, color dinero’, por María José Santos

Desde que el 18 de junio el Ayuntamiento diera luz verde a la ampliación de la zona azul en muchas zonas de la capital, numerosas voces se han alzado en contra de este sistema por su «afán recaudatorio».

La receta contra los ‘gorrillas’ del Consistorio sevillano no ha agradado a estudiantes, vecinos, comerciantes, oposición ni asociaciones. Y es que de 4.112 plazas de aparcamiento con este sistema de pago se ha pasado a 7.285, la mayoría concentradas en Bami, Macarena, Pirotecnia y Luis Montoto, además de las de Viapol y Los Remedios ya instauradas con anterioridad. En definitiva, zonas en las que gran cantidad de población reside, trabaja y estudia.

Esta situación no sólo ha llenado de frustración al ‘twitterío sevillano’ sino que, además, ha empujado este vierne a la asociación de consumidores Facua a llevar a los tribunales esta ampliación de la zona azul.

Facua ha afirmado que esta decisión ha sido provomida tras la «falta de respuesta» ante el recurso administrativoque puso la asociación ante Movilidad hace un mes. «El consistorio se ha saltado la obligación legal de aprobar la nueva relación de calles de la zona azul mediante una ordenanza fiscal».

Con ello, el Gobierno municipal ha obviado los elementos de participación y garantía de los ciudadanos, ha eliminado los trámites de audiencia pública establecidos por la ley y el debido dictamen del Consejo Económico y Social de Sevilla así como la aprobación de la norma por el Pleno municipal. Tampoco ha justificado suficientemente la necesidad de la medida adoptada.

Nuevas y complejas máquinas

Precisamente esa «marginación» del ciudadano en esta decisión es la que denuncia también el Partido Andalucista. La candidata andalucista a la alcaldía de Sevilla, Pilar Távora, ha mostrado su preocupación porque el gobierno local de Sevilla “esté más preocupado por multar a los usuarios de la zona azul que de explicar a los usuarios el sistema de las nuevas máquinas”.

Esta afirmación proviene de las denuncias de los usuarios que han admitido desconocer cómo funcionan las nuevas máquinas, más complejas que sus antecesoras, lo que ha provocado confusión entre los usuarios.

Tras tener conocimiento de numerosas quejas en las últimas semanas, Pilar Távora ha considerado que “el gobierno y la adjudicataria del servicio deberían haber previsto un ambicioso plan de comunicación y explicación a los usuarios, volcando todos los revisores y medios a su alcance para facilitar el uso a los usuarios”.

Por su parte, la agrupación sevillana de Ciudadanos ha querido llamar la atención hacia los trabajadores que se «ven obligados a pagar grandes cuantías para aparcar su vehículo». Lo que, según Ciudadanos, pone de manifiesto que el «único motivo de esta implantación es el afán recaudatorio del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Sevilla». Por lo que han solicitado que el trabajador pueda obtener un distintivo para poder aparcar en el lugar donde se encuentra su centro de trabajo, igual que cualquier residente. Y que los planes sobre implantación de zona azul en un barrio prevean otros estudios sobre movilidad, tráfico y aparcamiento, de manera sostenible.

En definitiva, la zona azul se erige como el principal culebrón del verano de la capital hispalense y la solución se ve lejana, mientras la empresa Aussa permanece en silencio y el Consistorio defiende que esta decisión fue «consensuada», al menos, en Nervión.

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Licenciada en Periodismo por la US. Sus primeros pasos fueron como reportera y locutora para los informativos locales. En prensa escrita sus informaciones se han seguido en Estadio Deportivo y en ElDeporteFemenino.com....