Hanan-Saleh

La profesora de la Universidad Pablo de Olavide, Hanan Saleh Hussein, sostiene que un gobierno yihadista podría arrastrar a un país a un abismo del que sería imposible salir.

La profesora de la Universidad Pablo de Olavide, Hanan Saleh Hussein, ha asegurado hoy que el suicidio es la muerte que más honra a un soldado musulmán, puesto que el hecho de que los yihadistas acaben convertidos en mártires supone su dignificación como persona, siendo un honor para los suyos: “Como tal, el sagrado libro del Corán quiso mitificarlos en forma de Suras, que hablan de los placeres que encontrarían esos mártires en el paraíso, una vez que hayan abandonado este mundo ofreciendo sus propias vidas. Es como un premio que, en mi opinión, el Corán quiso ofrecer a los hombres que dan su vida en nombre de Alá y del Islam”.

Saleh Hussein ha hecho estas declaraciones durante la celebración del “Curso intensivo de lenguaje yihadista. Cómo detectar un posible perfil terrorista a través del lenguaje árabe hablado y el lenguaje no hablado”, que se ha inaugurado hoy en la sede de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona dentro del marco de los cursos de verano y que dirige esta experta.

Este seminario aborda el perfil del yihadista desde dos puntos de vista: El musulmán creyente, que entiende la Yihad como una lucha interna contra la inmoralidad, y el terrorista, para el que la Yihad se utiliza contra el enemigo externo personificado en el mundo occidental. Por la actitud tan similar que comparten los dos perfiles, a veces pueden confundirse. Por lo tanto, los conocimientos que se ofrecen en este curso, tanto en el campo del lenguaje árabe hablado como en el lenguaje corporal ayudarán a los asistentes a delimitarlos de una forma más clara.

Según ha explicado esta experta, existe un completo acto religioso previo al suicidio, pero las palabras más usadas son “Allah Akbar”, cuyo significado es “Dios es grande”. Aunque esta profesora admite que hay que saber leer e interpretar bien el Corán para conocer en qué caso ha permitido este libro sagrado que “se luche hasta matar”.

La ideología de un terrorista yihadista se basa en el miedo a la invasión religiosa, ideológica, económica, tecnológica… y todo aquéllo que representa su identidad religiosa, cultural y modo de vida. “Es decir, que atacan cuando ven el peligro que supone la posibilidad de un cambio que podría derrumbar su mundo. Es allí cuando consideran que su libertad de escoger ese modo de vida le otorga el derecho a luchar sin límite ni restricción hasta la muerte contra todo lo que se considere una amenaza”, según la profesora.

Con respecto a cómo sería un Estado y una sociedad gobernada por yihadistas, Hanan Saleh sostiene que un gobierno yihadista podría arrastrar a un país a un abismo del que sería imposible salir. “Así lo entiendo como egipcia y, después de lo ocurrido en mi país desde el año 2010, así lo creo con firmeza. Tuvimos nuestro horror de ‘primavera árabe’, en mi opinión una denominación inoportuna porque en ese conflicto perdimos a nuestros hombres, jóvenes o soldados. El egipcio ha derramado la sangre del egipcio, de su hermano, vecino, amigo, compañero…ha reinado el horror de la guerra donde antes había armonía entre musulmanes y cristianos”, sostiene.

Aunque reconoce que en la actualidad se está tratando de reconducir Egipto, cree que aún queda mucho por hacer, aunque nunca bajo el “mando de los yihadistas, puesto que el fanatismo y el extremismo nunca fueron buenas herramientas para manejar los asuntos de los países”.

“Además, las últimas operaciones desarrolladas en España ponen de manifiesto la existencia de redes de radicales en España que entienden que su contribución a la Yihad consiste en incitar a otros musulmanes a que viajen a estos escenarios, así como a facilitar ese tránsito a través de dinero, contactos, formación, etc”.

Una situación parecida también se está viviendo en Siria desde hace ya algunos años, al igual que en Irak, un nuevo escenario donde sunnitas y chiítas se están matando, donde un musulmán asesina a otro musulmán en nombre de Alá y del profeta Mahoma. “La locura de las religiones nos demuestra una vez más lo fácil que es manipular la mente humana bajo las falsas ideologías. Por lo tanto, debemos actuar porque esto no es sólo una amenaza que aniquila a los pueblos de allí, y si no se ataja a tiempo algún día esta violencia la sufriremos todos allá donde estemos”, concluye esta experta.

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