La Audiencia ha considerado que los continuos cambios de testimonios de Carcaño suponen un delito de «integridad moral» por sus continuos cambios de versión.

El juez de Instrucción número 4 de Sevilla, Francisco de Asís Molina, que investigó el crimen de la joven ocurrido en enero de 2009, asumirá también la investigación contra Carcaño por un nuevo delito contra la integridad moral, de manera que tiene previsto abrir diligencias contra el asesino confeso en los próximos días.

La Audiencia Provincial de Sevilla condenó a Miguel a 20 años de cárcel por un delito de asesinato, aunque posteriormente el Tribunal Supremo elevó su condena un año y tres meses por un delito contra la integridad moral «por el sufrimiento añadido causado a los familiares» de Marta «al ofrecer varias versiones sobre el lugar en el que ocultaron y se deshicieron de su cuerpo, impidiéndoles darle sepultura».

El tribunal ha calificado el comportamiento de Carcaño de «antisocial, despreciativa y burlesca le acarreó la consiguiente sanción penal como autor de un delito contra la integridad moral», por el que el Supremo lo condenó a un año y tres meses de prisión, dice la Audiencia, que critica que, con su nueva versión, Miguel «ha provocado otra búsqueda infructuosa y un consiguiente desengaño y mayor padecimiento a los perjudicados, merecedor de nuevo reproche que justifica nuestra decisión de deducir testimonio de estas actuaciones e incoar contra él procedimiento por delito contra la integridad moral».

Al hilo de ello, la Audiencia Provincial argumentaba que «la nueva línea de investigación estaría justificada si se aportaran datos objetivos, ya fueran de directa imputación, ya periféricos, a las manifestaciones contenidas en el atestado policial» que «las corroboraran e hicieran mínimamente creíbles», pero «no si la basamos en una nueva narración de los hechos de Miguel Carcaño que se antoja de todo punto inverosímil, inaudita e inaceptable».

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