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Los regantes andaluces piden una factura que no les obligue a pagar todo el año el término de potencia que sólo necesitan unos meses.

Más de 7.000 regantes y agricultores de toda Andalucía se han manifestado hoy frente a la sede de la Delegación del Gobierno en Andalucía como forma de protesta por la subida de los costes eléctricos, que “ahoga” al sector del regadío español y lo condenan a la ruina.

La protesta se ha producido de manera sincronizada con la del resto de regantes de España, que se concentraron igualmente a las puertas de las respectivas delegaciones de gobiernos regionales coordinados por Fenacore, la Federación Nacional de Comunidades de Regantes. Su presidente, Andrés del Campo, estuvo al frente en la manifestación en representación de todo el regadío nacional.

Del Campo, quien leyó un manifiesto al final del acto, recordó que las decisiones adoptadas por la Administración en materia energética en estos últimos seis años “están poniendo a la actividad del regadío contra las cuerdas, hasta el punto de que la subida escalonada de la electricidad está condenando a la desaparición a la que hoy por hoy es la única garante de los alimentos básicos”.

“Este crecimiento desproporcionado, unido al incremento del consumo de energía eléctrica asociado al proyecto de modernización, supone ya que de media, el 40 % de los que le cuesta el agua al agricultor de riego tenga que ser destinada al pago de la factura de la luz, llegando en algún caso a superar el 75 %, una exposición a los costes energéticos insoportable para cualquier sector y ruinoso para un sector como el agrícola, con unos precios por los suelos, muy especialmente en el olivar, una presión impositiva más que considerable y unos márgenes que ya estaban al límite antes del último tarifazo”, señalaron los regantes.

Para escenificar la situación a la que aboca el regadío la subida de los costes eléctricos, los regantes llevaron varios burros con cántaros de agua, algunos con nombres curiosos como Soria, Iberdrolo, Fenosa, Endesa, EON o EDP. “Esa será la forma de regar a la que volveremos, como nos descuidemos, porque desde luego lo que está claro es que, con estas tarifas eléctricas, los modernos sistemas de riego no nos sirven porque elevan los costes fijos a niveles que hacen nuestras explotaciones no sean rentables”, explicó Margarita Bustamante, presidenta de Feragua, asociación que coordina la concentración del regadío andaluz, a la que se han sumado unánimemente todas las asociaciones andaluzas de regantes: Areda, Corehu, Feral, Coreca, Acoregra, Freshuelva, Asociación de Citricultores de Huelva Grupo Remolachero, las organizaciones profesionales agrarias ASAJA, COAG, y UPA, y la Federación de Cooperativas Agrarias de Andalucía, FAECA.

Sobrecoste de 100 millones

Fenacore estima que la última subida del pasado agosto significará para el regadío español un sobrecoste de 100 millones de euros, de los que más de 37 millones anuales corresponden a Andalucía – la región con mas superficie de riego (1.100.000 Ha) y mas modernizada, y por tanto más afectada-, que se suma al incremento continuado de la tarifa eléctrica que el regadío viene soportando en el último lustro, de más del 80%, con un incremento de los costes fijos (regulados) superior al 1000% en muchas zonas regables, denuncian.

Este crecimiento “continuo y desproporcionado desde la liberalización del sector eléctrico en julio de 2008, unido al incremento del consumo de energía eléctrica asociado a los proyectos de modernización acometidos por los regantes, está poniendo en peligro la supervivencia del regadío español, donde empiezan a detectarse abandonos de superficie de riego por no poder pagar el alto coste eléctrico, con la pérdida de empleo asociado al regadío que ellos supone”.

Los regantes andaluces han dejado claro además que el “tarifazo eléctrico” deja “completamente tocado” el proceso de modernización en que se encuentra inmerso el regadío en toda España y particularmente en Andalucía.

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