Con el nombre de ‘Endanza’, el Centro Social Ocupado y Autogestionado pretende servir de punto de encuentro para los colectivos y movimientos sociales que luchan contra las políticas de austeridad y recortes sociales.
Desde hace tres semanas un edificio abandonado de la calle San Luis, la antigua Sala Endanza, ha sido ocupado por un grupo de activistas sociales de la ciudad de Sevilla. Esta tarde se ha hecho pública la ocupación con el apoyo de vecinos y vecinas del barrio así como de personas vinculadas a los movimientos sociales de la ciudad. El edificio, según una nota emitida a los medios por los ocupantes, será de ahora en adelante «un espacio para el barrio», para actividades culturales, sociales y políticas que no tienen cabida en otros lugares. La intención es que el Centro Social Ocupado y Autogestionado (CSOA) Endanza se convierta en punto de encuentro para los colectivos y movimientos sociales que luchan contra las políticas de austeridad y recortes sociales.
Los impulsores de este nuevo CSOA justifican la ocupación tras denunciar que los centros cívicos públicos actuales no cubren las necesidades del vecindario y otros espacios como el Centro Vecinal Pumarejo, «no dan abasto a la ingente propuesta de actividades que genera el barrio». Justifican la zona -el casco histórico norte- por haber sido siempre «un espacio lleno de vida, de iniciativas culturales, con una fuerte implantación de los movimientos sociales y con una importante conciencia política».
Según afirman los ocupantes, el edificio ocupado en la calle San Luis tiene un «peso histórico importante» en el barrio. Allí se asentó la Sala Endanza, de la que surgieron importantes iniciativas culturales para la ciudad. Anteriormente, en el solar existió una piscina, la primera con carácter comunitario de todo el centro de Sevilla. Hoy, el edificio, después de haber pasado por manos de la Caja de Extremadura, es propiedad de SAREB, el denominado Banco Malo, por lo que consideran la ocupación una acción encaminada a «recuperar lo robado».