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Siete alumnos han participado en un taller organizado por la Consejería de Fomento y Vivienda en el marco del programa Habitar 2.0.

Siete jóvenes de 15 a 17 años, estudiantes de cuatro institutos del Polígono Sur de Sevilla, han cambiado en unas semanas la fisonomía del barrio Martínez Montañés, cuyas fachadas se han convertido en un museo abierto del graffiti, gracias a una iniciativa puesta en marcha por la Consejería de Fomento y Vivienda, a través de AVRA (la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía).

El taller de graffiti desarrollado en la zona de Las Vegas del Polígono Sur, del 3 al 20 de febrero, en el contexto del programa de cooperación interterritorial ‘Habitar 2.0. Tres culturas y un solo barrio’, financiado por la Unión Europea, ha conseguido reunir a un nutrido grupo de reconocidos artistas de esta técnica, que han compartido sus conocimientos con los chicos participantes, alumnos de los institutos Martínez Montañés, Polígono Sur, Domínguez Ortiz y Ramón Carande.

Los siete jóvenes han recibido 15 horas de clases teóricas durante la primera semana del programa y otras ocho horas de prácticas durante la semana actual. En estas prácticas, preparadas previamente por los artistas graffiteros durante las fechas intermedias, unos y otros han llenado de imágenes y colores la fachada principal de los bloques del conjunto 6 de Martínez Montañés, y las cuatro fachadas del conjunto 8.

La iniciativa de este taller de graffiti, titulado ‘Un tatuaje en la piel que habito’, ha perseguido varios objetivos. Por una parte, mejorar la imagen de un barrio deteriorado mediante acciones de sensibilización con la comunidad e intervenciones de transformación estética apoyadas por los vecinos a través de las diferentes asociaciones de la zona. Pero al mismo tiempo se ha tratado de contribuir al desarrollo personal de los jóvenes alumnos, implicándolos en un proceso de integración social y de concienciación sobre el entorno en el que viven.

Las fachadas, entendidas como la piel que envuelve los edificios, deben cumplir dos misiones: ser el cerramiento del edificio y, al mismo tiempo, el reflejo de lo que contiene. Así, la fachada se convierte en uno de los elementos más interesantes de cualquier proyecto de transformación no sólo física sino también social de un barrio. En esa clave se ha desarrollado este taller, en el que han participado los talleristas de arte (graffiteros) El Niño de las Pinturas, 3Ttman, Osier, Repo, Joeking, Rois y Seleka.

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