templo abu sinbel

El director de la Oficina de Turismo de Egipto en España ha acudido a la presentación oficial de la muestra coincidiendo con el Festival egipcio del Sol.

La muestra, que puede visitarse en el Pabellón de la Navegación de lunes a domingo en horario ininterrumpido de 10 a 20 de la tarde, reproduce de forma casi exacta (menos sus dimensiones) el majestuoso templo de Abu Simbel, que el faraón Ramsés II erigió en la lejana región de Nubia, situada al sur de Egipto, como muestra de su grandeza.

Su fachada tiene cuatro estatuas de unos 20 metros de altura que representan a Ramsés II, dos cámaras que recrean las del templo original y el Santuario. El realismo del templo se une a sus pinturas y detallada arquitectura.
El gran templo de Abu Simbel, cuya construcción se inició alrededor del año 1284 a.C. y se prolongó durante unos 20 años, es considerado como uno de los más bellos de todos los edificados durante el reinado de Ramsés II y uno de los más monumentales de Egipto.

Además de recorrer la réplica del templo, los visitantes pueden conocer cómo era el antiguo Egipto gracias a la información en detalle que proporciona el personal bilingüe de la muestra, así como disfrutar de las danzas y bailes tradicionales y de la dieta típica.

Tras exponerse el pasado año en Portugal, en ciudades como Óvidos, Oporto y Peniche, el templo Abu Simbel recaló el pasado mes de diciembre en Sevilla para quedarse hasta el próximo 4 de mayo, y posteriormente se mostrará en Francia o Reino Unido.

El delegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Javier Fernández, ha asistido junto a la directora gerente de la Empresa Pública de Gestión de Activos, EPGASA, Belén Serrano, a la presentación oficial de la exposición ‘Templo de Abu Simbel. El tesoro de los faraones’ por parte del director de la Oficina de Turismo de Egipto en España, Mohameh Mohsen y el artesano egipcio Hany Mostafa, creador de esta recreación del templo.

El Festival del Sol

La presentación oficial de esta exposición ‘Templo de Abu Simbel. El tesoro de los faraones’ coincide con el Festival del Sol. Ramsés II mandó construir el templo de Abu Simbel para que la cámara interna se iluminara dos veces al año: una vez en el aniversario de su ascensión al trono (sobre el día 22 de febrero), y otra, el día de su cumpleaños (en octubre, también sobre el 22).

Al amanecer, tal y como dicta la tradición, la multitud se reúne en el templo para observar el inigualable espectáculo de luz que ocurre cuando los rayos del Sol penetran a través de la piedra de la construcción, iluminando las colosales estatuas de Ramsés II y de los dos dioses del Sol: Ra y Amón. Tan sólo la figura de Ptah –el dios de las sombras– permanece en tinieblas en esta fecha tan señalada.

Durante el resto del año, Abu Simbel se mantiene en absoluta oscuridad, un extraño fenómeno cuidadosamente pensado para ofrecer esta compleja exhibición arquitectónica bianual, y que demuestra el ingenio y maestría de los arquitectos del antiguo Egipto.

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