Máquina usada por Lipasam para desincrustar la cera

La cera es una de las secuelas que deja la Semana Santa en las calles de Sevilla. Pasar por las calles del centro de la ciudad los días posteriores al final de las procesiones significa ir mirando al suelo con algo de nostalgia y también con bastante cuidado. Esto se debe a que la cera de los cirios de los nazarenos, una vez fundida y pegada al acerado, puede resultar muy resbalosa, además ahora en estos días en los que Sevilla está alcanzando temperaturas veraniegas.

Según han advertido desde la empresa pública de limpieza, Lipasam, el calor hace que la cera pegada en el suelo sea aún más peligrosa. Por ellos, los operarios públicos se afanan estos días en retirar estos restos.

Pero, ¿cómo se limpia la cera incrustada?

Ha sido la propia Lipasam la encargada de contar a los sevillanos en qué consisten las labores de la retirada de la cera de la Semana Santa que aún permanece en las calles de Sevilla. Lo primero que advierten es que es un proceso para el que se requiere paciencia, ya que limpiar la totalidad de la cera derramada estos días puede llevar entre tres y cuatro semanas.

Para poder desincrustar la cera los trabajadores usan una máquina que trabaja a 400 bares de presión. Esta máquina lleva al suelo el agua a presión que le transfiere un camión al que va conectada.

Tras este paso del proceso, se finaliza con un baldeo para retirar todos los restos de cera que han sido despegados del suelo.

Periodista andaluz. @_manuel_RG_ en Twitter.