El destino de los pabellones de la Expo'92 ha sido dispar a lo largo de estos últimos 30 años. Sin embargo, la gran mayoría de ellos alberga oficinas de ámbito público y privado, y ha convertido a la Isla de la Cartuja en un centro neurálgico de investigación, conocimiento y negocios puntero en Andalucía y España.
Para comprender la historia de los pabellones, «es necesario tener una visión conjunta de la estructura del recinto de la Isla de la Cartuja», explica Ángel Aramburu, presidente de la Asociación Legado Expo. «Si nos ceñimos al suelo, éste se divide en cuatro partes: el Parque Científico y Tecnológico de La Cartuja (PCT), Isla Mágica, la zona sur con Caixa Fórum y los espacios públicos».
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