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Dos educadores sevillanos crean la primera escuela que usa el deporte como incentivo para el estudio. Por ejemplo, si su hijo saca malas notas, ya sabe que jugará menos minutos en el próximo partido.

Dos educadores sevillanos han creado la primera escuela educodeportiva que premia con el deporte a los estudiantes que cumplen con los objetivos académicos, además de llevar a cabo una labor de integración social ya que a ella acuden menores de distintos estratos.

La escuela, Nodo Sport, se encuentra en un barrio obrero de Sevilla y ha sido puesta en marcha por dos educadores que se criaron en sus calles y que conocen las necesidades de una zona de estas características.

«El niño tiene que estudiar, el niño tiene que demostrar primero en el tema del estudio y educación y después tendría como premio el deporte”, dice Juan Antonio Guijo, vicepresidente de Nodo Sport.

Los niños que necesitan refuerzo estudian en el aula tras las clases y luego juegan al fútbol y al baloncesto. Compiten en ligas locales, con el deporte siempre como instrumento educativo. Juanma ha mejorado y mucho sus notas… «De pensar que me iba a traer cuatro suspensos a que no te traiga ninguno… Es una satisfacción”, asegura Rosario Fernández, madre de uno de los niños de esta novedosa escuela. «Es que yo vengo aquí a estudiar y a hacer los deberes”, es su respuesta cuando se le pregunta.

Y a practicar deporte. Nodo-Sport reúne a chicos de San Pablo y de otras zonas más desfavorecidas de la ciudad. Es una forma de integración social. «Me parece muy interesante que los niños se relacionen procedan de donde procedan y tengan la situación que tengan. Son todos niños y tienen las mismas inquietudes: jugar y divertirse”, argumenta Ana Sánchez, otra madre.

«Esto no da dinero, simplemente lo que te da son satisfacciones”, dice Guijo. ¿Pero qué pasa si algún jugador descuida los estudios? «Debe comprender que puede jugar menos minutos en el siguiente partido”, nos contesta José María Ligenfert, entrenador de baloncesto. Y así, entre libros y balones, transcurren las tardes en este barrio de Sevilla.

Un reportaje de ‘Historias de luz’.

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