La ONG SOS Ayudas sin Fronteras sale de nuevo a la calle por Navidad para ayudar a los más desfavorecidos.
Los voluntarios de la organización, junto con un Cuerpo de Bomberos de Sevilla, se han dividido en la noche del pasado jueves en grupos para rastrear todos los rincones de la ciudad y repartir mantas, bocadillos, galletas, dulces navideños, caldo y café caliente a las personas que no tiene un hogar donde vivir. 150 mantas son las protagonistas de una iniciativa que la ONG lleva realizando más de cuatro años para que puedan paliar el frío.
Los batallones formados se dividieron por diferentes lugares para, así, poder abarcar más territorio. Se rastrearon las zonas cercanas a Plaza Nueva y Torre Pelli. También los sitios cercanos a Plaza de Armas, el puerto de Sevilla, alrededores de Reina Mercedes y las proximidades al río por la zona de Tablada, entre otros. La búsqueda resultó difícil ya que, hace poco, la Policía Local les había invitado a que abandonasen los puntos en los que se situaban.
Durante estas fechas navideñas, la mayoría de las personas se someten a una vida de consumismo entre cenas, fiestas y regalos para los familiares. Sin embargo, no conocen el otro lado de la moneda, personas desfavorecidas que viven en la calle y no tiene un techo para poder vivir. Por ello, la ONG SOS Ayuda sin Fronteras ha hecho posible que se sientan un poco más queridos gracias a esta labor social.
No se conoce por qué estas personas pasan su vida durmiendo bajo un puente, bajo pasajes subterráneos o en los cajeros de la ciudad. Sin embargo, el objetivo de la misión consiste en que se sientan arropados por el calor humano y no pasar la noche a bajas temperaturas.
Detrás de esta percha, muchos agradecen el ofrecimiento que se les da, recibiendo sobre todo mantas, un poco de caldo caliente y un bocadillo. Sin embargo, otros rechazan esa ayuda. No quieren que se les ofrezca nada, se sienten conformes con lo que tienen y no aceptan la ayuda que se les otorga.
La voluntad, y sobre todo la solidaridad, es lo que prima en el grupo de voluntarios de la ONG que ha hecho que esta labor sea factible. Todos los voluntarios comparten el mismo sentimiento, todos sienten la necesidad de ayudar. Una de las voluntarias, Rocío, afirma que “ser voluntaria de la ONG engancha”.
Esta vez, la búsqueda no cesó hasta conseguir el objetivo: volver con la satisfacción de haber cooperado con el que más lo necesita.
La ayuda al prójimo
Las misiones de la ONG tienen una diversidad de objetivos. Esta organización no gubernamental ofrece desde ayuda humanitaria, colaboraciones en acontecimientos deportivos, acompañamientos como ayuda sanitaria, e incluso, ayuda internacional a otros países como Filipinas gracias a las donaciones que recibe.
Otra de las labores que realiza es la recogida de prendas de ropa, que tras un proceso de selección, se destinan a familias y a personas que lo necesitan. Una de las labores de ayuda humanitaria que tuvo que realizar la ONG fue con el terremoto de Lorca, que azotó la ciudad en mayo de 2011. Voluntarios que pertenecen al sector más profesional como bomberos y personal de asistencia en emergencias e incluso amas de casa, y que fueron un brazo importante de cooperación en la labor que allí se desarrolló.
Sin embargo, este verano, un grupo de voluntarios de la organización emprendió una ayuda humanitaria a la población del Marruecos más pobre ofreciéndoles objetos necesarios para su vida diaria y juguetes para los más pequeños. Uno de los voluntarios Andrés, explica que cuando se acude a un lugar como éste y observas cómo es la vida que llevan estas personas, te cambia la vida.