La Marcha Blanca llegará a Sevilla el 8 de abril. Esta protesta en forma de caminatas partió el 8 de enero desde Almería y su objetivo es hacer notar sus reivindicaciones por las ocho provincias andaluzas. En cuanto a su llegada a Sevilla, en primer lugar lo hará a la localidad de Marinaleda el próximo sábado 26 de marzo, desde donde llegarán a la vecina Carmona, la atravesarán y protestarán en la Plaza de San Fernando. A sevilla capital llegarán el 8 de abril, cuando tienen previsto protestar frente al Palacio de San Telmo.

En esta, la duodécima caminata, estará con los manifestantes la abuela Paca en homenaje a todas las personas mayores y dependientes de Andalucía, exigiendo poner fin a las listas de espera de la Dependencia en nuestra Comunidad autónoma.

Tal y como aseguran desde el sindicato CGT, los catorce tramos previstos por esta Marcha Blanca que ahora llega a Sevilla tienen como objetivo «gritar» las condiciones laborales del sector de la Atención a Domicilio y la «invisibilización de este servicio esencial para la ciudadanía que ocupa a más de 22000 profesionales sociosanitarias en nuestra comunidad autónoma, la mayoría mujeres».

Desde el sindicato piden a todas las instituciones «el cese inmediato del lucro con las necesidades de atención sociosanitaria de nuestros/as dependientes y la eliminación de la subcontratación de los servicios de atención domiciliaria a empresas privadas sin escrúpulos».

Las reivindicaciones de la Marcha Blanca

En primer lugar piden que se les proporcione trajes de seguridad EPI de calidad y homologados. Además, solicitan la eliminación de las contratas y subcontratas del SAD, pasando a ser servicios públicos municipalizados, eliminando con ello la precarización del empleo y el lucro de empresas privadas que sin exponer.

Por otro lado, quieren que se adapten los puestos de trabajos para las trabajadores que estén embarazadas y medidas de prevención y protección tanto para la madre como para el feto. Se muestran en contra de las largas listas de esperas de pacientes dependientes y exigen la revisión de los convenios colectivos caducados e inclusión de pluses de toxicidad, peligrosidad, penosidad, disponibilidad.

Entre otra reivindicaciones, solicitan que el salario mínimo por hora de trabajo sea de diez euros para las auxialiares de ayuda a domicilio, el establecimiento de la jornada laboral completa en 35 horas semanales y las jornada mínima a tiempo parcial en 25, la compensación económica de las jornadas partidas con un 33% del salario base y la consideración de la profesión para coeficientes reductores de la edad de jubilación a los 60 años